Sanitatem

Suiza empieza a salir del confinamiento tras registrar más de 30.000 casos de covid-19

Después de menos de 2.000 fallecidos, los colegios, comercios y fronteras del país alpino abren por completo este lunes 

Con poco más de 30.000 casos positivos detectados y un total de 1.830 fallecidos, de acuerdo con los últimos datos, Suiza, con nueve millones de habitantes, ya está preparada para volver a la vida normal. Este lunes, el país alpino abre los colegios y prácticamente todos los comercios podrán volver a abrir sus puertas, así como restaurantes, museos, bibliotecas. También se comenzará a volver a la normalidad en el transporte público y desde el Ejecutivo suizo han optado por empezar a permitir la entrada de extranjeros.

El primer caso de coronavirus en el país se registró a finales de febrero, igual que en España, en un pequeño pueblo cercano a la frontera con Italia. De manera prácticamente inmediata, la localidad canceló todos los eventos públicos, incluido el carnaval. A los dos días, los eventos deportivos programados se cancelaron y desde el Gobierno ya comenzaron a recomendar que la población se autoconfinase y respetase ciertas medidas de distanciamiento social.

Dos semanas después de registrar sus primer fallecido, el 5 de marzo, el Gobierno suizo impuso el estado de alarma y ordenó el cierre de prácticamente todos los negocios excepto de las farmacias y los supermercados, así como la cancelación de todos los eventos que implicasen algún tipo de aglomeración. Poco después, prohibió las reuniones de más de cinco personas en los espacios públicos, así como la recomendación general de que todos la población se quedase en sus hogares.

Empieza la desescalada 

Ahora, algo más de un mes después, el Gobierno cree estar preparado para dejar atrás el confinamiento y desde el pasado 27 de abril, ya ha comenzado a abrir algunos comercios, como las peluquerías. Este 8 de mayo, también ha levantado una de las prohibiciones más estrictas: que las personas mayores de 65 años se quedasen en sus hogares sin salir de casa, debido al riesgo que supone para ellos el virus. Desde este viernes, pueden salir ya a la calle, aunque el Ejecutivo sigue recomendando que en la medida de lo posible, la población se quede en casa, si bien no es obligatorio.

No obstante, este lunes es cuando empieza la apertura más drástica, ya que comienza la denominada como fase 2 en Suiza. Durante la misma, se abrirán las escuelas, todos los comercios y los locales de hostelería, que sólo podrán atender a grupos de hasta cuatro personas. Si bien el uso de mascarillas no es obligatorio, sí que han impuesto la recomendación de usarlas en el transporte público.

Por otro lado, el comienzo de la fase 3 tendrá lugar el próximo 8 de junio, con la apertura de centros deportivos y otro tipo de instalaciones. Por el momento, el Gobierno suizo ha optado por prohibir los eventos de más de 1.000 personas hasta finales de agosto, como mucho. Toda la actividad cultural, al igual que ha ocurrido en nuestro país, ha tenido que cancelarse, a la espera de que los teatros y los cines puedan volver a llenarse en algún momento.

Principal preocupación de los suizos: su libertad individual 

Desde el Gobierno han optado por acelerar la salida de la cuarentena para no bloquear la economía del país.  Y es que los suizos parecen estar más preocupados por la pérdida de su libertad individual que por contagiarse de covid-19, de acuerdo con una encuesta llevada a cabo la semana pasada por el Sotomo Research Institute, uno de los principales organismos estadísticos del país, el 57% de la población de Suiza piensa que el confinamiento puede suponer una pérdida de su libertad personal, frente a un 34% que ha denominado como su principal preocupación infectarse por covid-19.

A pesar de que el Gobierno ha puesto como argumento principal para levantar la cuarentena evitar un colapso de la economía del país, sólo un 33% de los suizos encuestados han citado las pérdidas finacieras como su preocupación más importante. Resulta lógico, teniendo en cuenta que es uno de los países con mayor renta per cápita del continente.

La polémica app de rastreo 

La percepción de la población del país alpino explica el que una de las claves en la estrategia suiza, haya resultado polémica por las implicaciones que tiene para la privacidad de los usuarios. Centrados en el famoso rastreo de contagios, el Gobierno suizo propuso en un primer momento que los restaurantes y bares que acaban de abrir, recogieran información personal sobre los clientes, a modo de garantizar poder rastrear sus contactos a posteriori de producirse nuevos casos.  No obstante, el Ejecutivo de Berna ha terminado dando marcha atrás y ha convertido la orden en una "recomendación", haciendo la participación de los clientes voluntaria.

Por otro lado, además de levantar la mayor parte de las medidas de confinamiento este lunes, 11 de mayo, las autoridades suizas también lanzarán hoy una aplicación para rastrear contactos, haciéndolo coincidir con el comienzo a la vuelta de la "nueva normalidad" a la suiza.

El lanzamiento de esta aplicación también ha sido objeto de cierta controversia, debido a las implicaciones que puede tener desde el punto de vista legal para cumplir con la normativa europea de protección de datos. Por otro lado, muchos expertos advierten de que sólo será efectiva si se la descargan un 60% de los suizos, algo a lo que no pueden obligar a la población. 

La app en cuestión utiliza la tecnología bluetooth para contabilizar qué teléfonos móviles han estado cerca de otros. De esta manera, rastrea a aquellas personas que puedan haber estado en contacto cercano sin tener constancia de ello en caso de que se produzca un nuevo positivo.

Es por ello que el Gobierno ha tenido que cambiar sus planes originales y sólo podrá lanzarla de manera parcial en lo que han denominado como "fase piloto" de la aplicación, que durará hasta finales de mayo. Mientras tanto, el Gobierno tendrá que aclarar estas implicaciones legales y lograr la aprobación del Parlamento para poder lanzarla a nivel nacional. También se están planteando modificarla para que pueda ajustarse a la normativa europea.

Incluso uno de los científicos más importantes del país y asesor del Gobierno en su gestión del coronavirus, Marcel Tanner, presidente de la Academia de las Ciencias en el país, ha asegurado públicamente que cree que poner el "foco en la aplicación" es "un error". "La clave es mantener las distancias de seguridad y de higiene, no debemos perder de vista lo importante", aseguró hace apenas un par de días.

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