En tiempos de pandemia, todo el mundo esta ávido de buenas noticias. Una de ellas fue que el pasado lunes, la compañía biotecnológica estadounidense Moderna Therapeutics anunció resultados positivos en su vacuna contra la covid-19 en uno de sus ensayos con humanos, lo que provocó que sus acciones se disparasen en los mercados y que miles de medios de comunicación se hicieran eco de la noticia.
La información proporcionada por la compañía, sin duda, es prometedora, ya que han logrado generar una respuesta inmune equivalente a la inmunidad natural en algunos de los voluntarios humanos, que es más de lo que han conseguido los más de 100 equipos científicos que trabajan en todo el mundo en busca de la vacuna contra la covid-19.
La empresa, con sede en Masachussets (EEUU) es la principal candidata en la carrera por la vacuna de Estados Unidos, y desde el principio ha estado muy bien posicionada, ya que ha logrado ser la primera en ser probada con relativo éxito en humanos. Según ha confirmado Moderna -que apenas tiene dos años de vida y ningún otro producto en el mercado- esperan poder empezar a distribuir la vacuna a finales de este año o a principios de 2021, y producirla a gran escala a lo largo de 2022.
Además, este candidato bautizado como mRNA-1273, de ser aprobado, sería único en su especie, al ser la primera vacuna de ARN mensajero en llegar al mercado. Este tipo de tecnología es una de las nuevas formas de hacer vacunas, ya que en vez de utilizar partes del virus o un virus inoculado para generar una respuesta inmune en el paciente, utilizan el código genético del SARS-CoV-2, lo que supuestamente hace que sea más segura, entre otras cosas.
Una muestra 'algo' pequeña: 8 pacientes
Todo suena fenomenal, pero la noticia ha sido recibida entre la comunidad científica con cierto esceptisimo. En particular, los expertos piden calma ante esta noticia, ya que advierten de que estos resultados no sólo son preliminares, sino que se basan en una muestra muy pequeña de apenas ocho pacientes que no es en absoluto representativa de la realidad.
Según explica a Vozpópuli Amós Garcia Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología, es "precipitado" dar por hecho que la vacuna que está desarrollando Moderna vaya a ser la ganadora. "Son resultados muy prometedores, por supuesto, pero son prometedores en la muestra que usan, que es extremadamente pequeña", explica este experto.
"Desarrollar una vacuna es un proceso extremadamente complejo, ya que tiene que demostrar su seguridad y eficacia, para lo que hace falta que los ensayos clínicos se hagan sobre tamaños muestrales muy amplios, especialmente amplios", insiste.
Montaña rusa en la Bolsa
De hecho, después de las subidas que experimentó en Bolsa este martes la compañía norteamericana, este miércoles su valor se ha corregido en parte debido a un artículo publicado por la revista especializada STAT en el que se pone de relieve precisamente eso: la poca información que ha proporcionado la compañía estadounidense sobre los "buenos resultados" de su vacuna.
La biotecnológica norteamericana subió en particular hasta un 20%, alcanzando una capitalización de unos 29.000 millones de dólares. El artículo de STAT le ha hecho perder la mitad, haciendo hincapié en el silencio ante el anuncio por parte del Instituto de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID, en inglés) colaborador en el proyecto y dirigido por el principal epidemiólogo del Gobierno de EEUU, Anthony Fauci.
Moderna "aún no ha llevado una vacuna al mercado, pero tiene una variedad de vacunas para enfermedades infecciosas en su cartera. No publica sobre su trabajo en revistas científicas. Lo que se sabe ha sido divulgado en notas de prensa. No es suficiente para generar confianza en la comunidad científica", señala el texto.
Y es que el comunicado de la compañía con el que anunciaron su buena nueva, Moderna estableció que durante la primera fase de su ensayo clínico habían participado hasta 45 sujetos. De ellos, 8 han logrado desarrollar anticuerpos "neutralizantes" frente al virus, lo cual es una muy buena noticia, pero seguimos sin saber qué les ocurrió a los 37 otros participantes.
Por otro lado, la compañía afirma que los anticuerpos desarrollados por estos participantes "equivalen" a los de aquellas personas que logran recuperarse de la covid-19, lo cual también resulta un poco confuso. La realidad es que a día de hoy, los niveles de anticuerpos que generan las personas que superan la enfermedad varían enormemente en función de la persona, algo que todavía descoloca a muchos científicos.
Por otro lado García Rojas también duda de los plazos que ha anunciado Moderna. Según explica, el desarrollo de estos productos conlleva no sólo "lograr un tratamiento que sea eficaz, sino que también tiene que tenerse en cuenta la producción a gran escala". Por otro lado, si bien sostiene que el hecho de que la vacuna de Moderna use ARN mensajero en vez de los sistemas tradicionales es algo innovador, implica que tienen un desafío aún mayor por delante a la hora de probar su eficacia, ya que sería la primera en su especie que utiliza este tipo de técnica.
García Rojas también recuerda que como mínimo el plazo de desarrollo de una vacuna tardará en torno a un año, un año y medio, lo que supone una importante reducción de los plazos, ya que en "circunstancias normales" se tarda en torno a cuatro años. "Además, que haya un prototipo de vacuna pronto no quiere decir que vayamos a poder tenerla todos. Habrá que ver quién se hace con ella y a disposición de quién se pone", puntualiza el presidente de la Asociación Española de Vacunología.
"Necesitamos ver los datos"
Una postura que también comparten varios de los científicos del equipo del CSIC - en particular, Luis Enjuanes, Margarita del Val y Mariano Esteban- que están trabajando en lograr una vacuna en España. Según aseguraron ayer en un debate online organizado por la Fundación Alernativas, consideran que aún es pronto "para echar las campanas al vuelo" con los resultados de el candidato a vacuna de la start-up estadounidense.
Enjuanes, del Centro Nacional de Biotecnología, explicó durante su intervención que le sorprende "que se hayan echado las campanas al vuelo" cuando precisamente, sólo se han encontrado anticuerpos en ocho de los 47 participantes en el ensayo. “Me parece una proporción muy baja”, apuntó en el debate, recogido por la agencia EFE.
El virólogo del CNB Esteban estima que “quizás es demasiado optimista” la reacción ante el anuncio, pues hay que ver si realmente los anticuerpos protegen, lo que se verá en las sucesivas etapas de ensayos clínicos. Una postura que comparte también Vicente Larraga, del Centro de Investigaciones Biológicas: "Todo el mundo se ha tomado el anuncio como si se tratar ya de una vacuna, cuando no es así", estableció este martes. Del Val, por su parte, hizo hincapié en que para poder valorarla necesitaría ver los datos reales : "es lo que los científicos queremos ver", apuntó.
No obstante, nada de esto implica que la vacuna de Moderna no pueda salir adelante, si no que a día de hoy no se tiene la suficiente información para determinar si es o no el candidato con más posibilidades de lograr inocular el virus que nos trae a todos de cabeza o si por el contrario -esperemos que no- ha sido una estrategia estudiada para subir en Bolsa.
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