Facilitar el acceso al diagnóstico y tratamientos para conseguir la eliminación de la hepatitis C en Vigo, este es uno de los objetivos del proyecto 'Microeliminación de la hepatitis C en usuarios de drogas en el área sanitaria de Vigo', que se viene desarrollando en la ciudad gallega desde 2015 y que ya ha tratado a más de 570 personas.
Este programa surgió de la necesidad de cambiar y acercar la atención sanitaria a las personas con hepatitis C de poblaciones con alta prevalencia. Durante los años 80, Galicia fue una de las principales vías de entrada de la droga. Llegó la cocaína y la heroína a los jóvenes quienes, sin información ni conocimiento al respecto, se hicieron adictos. De esta forma, la heroína causó una enorme tragedia social ya que muchas familias perdieron a sus hijos por las secuelas del VIH o las hepatitis y se convirtió en un grave problema de salud pública.
Con el paso de los años, los especialistas del área de Vigo se dieron cuenta de que había un alto porcentaje de pacientes diagnosticados, pero no tratados, muchos de ellos pertenecientes a poblaciones con una alta prevalencia, probablemente por el largo recorrido y procedimiento de derivación que había entre la unidad asistencial y el médico de atención primaria, lo que hacía que los pacientes se perdieran por el camino.
En palabras del doctor Luis Morano, de la Unidad de Patología Infecciosa del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, “la prevalencia de anticuerpos de la hepatitis C en España según datos de la encuesta del Ministerio de Sanidad y Consumo en población que acude a centros de Atención Primaria se estima en un 0,85% y de infección activa en un 0,222%. Al comparar estos datos con la prevalencia de anticuerpos del 55% entre los usuarios de drogas que acuden a los Centros de Tratamientos de Adicciones (CTAs) de Vigo, con un 71% de ellos con infección activa por VHC1, fue uno de los motivos que nos llevaron a elegir estos dispositivos asistenciales para realizar nuestro proyecto de microeliminación de hepatitis C”.
El proyecto consiste fundamentalmente en simplificar los dos pasos esenciales para conseguir la eliminación del VHC, es decir, el proceso de diagnóstico y el de tratamiento. En los últimos años, el circuito asistencial clásico de las personas con esta infección se ha sintetizado con la implementación del diagnóstico en un solo paso y la utilización de nuevas modalidades diagnósticas de determinación de anticuerpos utilizando las pruebas serológicas rápidas en sangre capilar o saliva. Además, en la actualidad, se puede determinar la viremia en sangre seca en los centros hospitalarios o directamente en otros dispositivos asistenciales ambulatorios en los que se atiende al paciente mediante los denominados “point of care”.
“Nuestro proyecto lleva el proceso de diagnóstico al CTA mediante la utilización de muestras de sangre capilar y tarjetas con sangre seca extraída en el centro, la valoración de la fibrosis hepática (cuando es posible) mediante índices séricos no invasivos o Fibroscan®, evitando así los engorrosos circuitos hospitalarios. Algo que difícilmente cumplimentan los pacientes de estos centros que, en un elevado porcentaje, pertenecen a población vulnerable y que viven una situación de exclusión social. Pero nuestro proyecto no termina en el proceso de diagnóstico, va más allá, facilitando a los pacientes con indicación de tratamiento los fármacos antivirales en los propios CTAs, utilizando la terapia directamente observada (TDO) que se realiza junto con la administración de las terapias sustitutivas de opiáceos que reciben la mayoría de estos pacientes”, añade el doctot Morano.
Calidad de vida
El doctor Morano destaca además que, "con la disponibilidad de tratamientos antivirales pangenotípicos y panfibróticos capaces de curar a más del 95% de los pacientes diagnosticados de hepatitis C2, la eliminación de esta infección ya no es un tema de tratamiento, si no de diagnosticar a los pacientes que aún no lo están, de tratarles con los fármacos adecuados, así como a aquellos ya diagnosticados que por diversas razones aún no han sido curados".
Gracias a este programa, desde 2015 se ha logrado tratar a más de 570 personas con hepatitis C en los centros de atención de Vigo. Gilead comenzó a colaborar con este programa en 2019 y, desde entonces, se han detectado 103 pacientes que en el pasado fueron diagnosticados, pero no tratados. Aproximadamente, la mitad ya han iniciado el tratamiento y en 2021 se prevé diagnosticar 181 nuevos casos.
A los diferentes centros de tratamiento de adicciones de Vigo acuden actualmente unas 2.200 personas que disfrutan, además de una actividad puramente asistencial con médicos, psicólogos, enfermeros, trabajadores sociales y auxiliares; de una serie de actividades, talleres con monitores y gimnasio que ayudan a mejorar su calidad de vida.
Esta historia se recoge en el documental, 'Lo que dejó la marea' y sirve como puesta de largo del proyecto 'G-Stories, ideas llenas de vida'', con el objetivo de dar a conocer historias de éxito que han ayudado a solventar retos sanitarios como el de la hepatitis C. Con esta iniciativa, la compañía pretende, no sólo subrayar la importancia de estos proyectos, sino también compartir estas buenas prácticas y que puedan ser adoptadas en otros sitios.
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