Alemania podría convertirse en el primer país europeo en reconocer oficialmente la existencia de un “tercer sexo”, permitiendo a sus ciudadanos registrarse legalmente como “intersexual” o “diverso”. Así lo anunció el Tribunal Constitucional Federal, que exigió al parlamento alemán la elaboración de una nueva ley que regule la identidad sexual de las personas que no se identifican con los géneros binarios. Deberá ser presentada antes del final de 2018.
Actualmente, Alemania cuenta con la posibilidad legal de no especificar el género de los recién nacidos, dejando un espacio en blanco en la casilla correspondiente al sexo del bebé. Sin embargo, el Tribunal Constitucional considera insuficiente esta opción. Los jueces han explicado que la asignación de sexo es de “extrema importancia para la identidad individual”, tanto para la autoestima personal como para la percepción social del individuo.
La decisión judicial llega a raíz de la petición de una persona intersexual de definirse como “diverso” o “inter” en el registro civil. Esta persona sufre el síndrome de Turner, habiendo nacido con sólo un cromosoma X. Consideró que el hecho de sólo poder registrarse como “hombre” o “mujer” era una violación de sus derechos, y acudió a los tribunales para formalizar su denuncia.
La intersexualidad en España
El camino que ha tomado la justicia alemana para abordar la intersexualidad tiene muchos puntos en común con la situación que existe en Australia, donde el Tribunal Superior estableció en 2014 que se reconociese legalmente a las personas intersexuales, añadiendo el “género neutro” en su registro civil. Otros países, como Chile y Malta, optaron por prohibir la cirugía genital en recién nacidos intersexuales por motivos que no estén relacionados con la salud. Esta medida fue recogida por la Comunidad de Madrid y las Islas Baleares, englobándola en sus normativas de igualdad LGTBI. Pero, ¿qué ocurre en el resto de España?
Las asociaciones LGTBI aseguran que existe un gran desconocimiento al respecto de la intersexualidad en España. De hecho, ni siquiera existen datos que reflejen el número de bebés intersexuales que nacen cada año. El uso del término “intersexual” es reciente en nuestro país, reemplazando a la palabra “hermafrodita”, considerada ofensiva e inexacta por los expertos. Las asociaciones LGTBI demandan la despatologización de la intersexualidad y la prohibición absoluta de la cirugía genital en bebés. Las organizaciones intersexuales internacionales ya han advertido de las consecuencias dañinas de esta práctica médica: Puede causar pérdida de sensibilidad genital y esterilización. También abogan por esperar a que sea el propio individuo el que decida su propio sexo, ya que, según estudios realizados, entre el 8.5% y el 20% de los intersexuales operados rechazan el género que les fue asignado al nacer.
Por lo tanto, ¿cuál es el futuro de las personas intersexuales en España? Algunos juristas apuntan a la eliminación del género en el Documento Nacional de Identidad para evitar que las personas intersexuales tengan que identificarse legalmente con un género u otro. Las asociaciones LGTBI quieren impulsar la creación de una ley estatal parecida a las normativas municipales de Madrid y Baleares. Sin embargo, la creación de una regulación similar a la propuesta por el Tribunal Constitucional de Alemania parece una posibilidad lejana para los españoles intersexuales. Los expertos apuntan a la atención psicológica durante la infancia y la concienciación social como los primeros pasos a tomar para el reconocimiento de los derechos intersexuales.
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