Sociedad

Hallan en Munich 1.500 cuadros robados por los nazis cuyo valor superaría los 1.000 millones

Un hombre de 80 años guardaba en Múnich unos 1.500 cuadros, entre ellos obras de Picasso, Matisse, Chagall y Nolde, que los nazis robaron o confiscaron y que podrían alcanzar en el mercado un valor de unos 1.000 millones de euros.

La Policía alemana ha recuperado más de 1.500 cuadros en un apartamento de Múnich. Entre estas obras, confiscadas por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, se encuentran obras de artistas como Picasso o Chagall. El lote podría tener un valor en el mercado superior a los 1.000 millones de euros.

Los cuadros fueron confiscados por los nazis al considerarlos ejemplos de "arte degenerado" y llegaron a manos del galerista Hildebrand Gurlitt durante las décadas de los 30 y los 40. Después, pasaron a su hijo Cornelius, interceptado por las autoridades en septiembre de 2010 cuando viajaba de Suiza a Múnich con exceso de efectivo.

La investigación para hallar el paradero de las 1.500 obras comenzó en primavera de 2011. Así, las autoridades llegaron a un apartamento de Múnich donde se encontraban los cuadros confiscados, firmados por maestros del arte moderno. La persona que tenía en su poder estos cuadros vivía de los ingresos que obtenía con la venta esporádica e ilegal de alguno de estos cuadros, por lo que la Fiscalía podría acusarle de un delito de evasión fiscal.

Según informa el semanario Focus, entre las pinturas se encuentran obras de Pablo Picasso, Henri Matisse, Marc Chagall, Emil Nolde, Franz Marc, Max Beckmann, Paul Klee, Oskar Kokoschka, Ernst Ludwig Kirchner y Max Liebermann. Los historiadores están intentando determinar el origen concreto de las pinturas y tasando su valor con vistas a una posible subasta. Los cuadros se encuentran en la actualidad en una cámara de seguridad del servicio de aduanas de Baviera en la localidad de Garching.

Entre las obras se encuentra el retrato de una mujer desconocida firmado por el pintor Henri Matisse que en su día perteneció al coleccionista judío Paul Rosenberg, quien se vio obligado a abandonar la pieza durante la invasión de Francia. Se da la circunstancia de que Rosenberg era el abuelo de Anne Sinclair, exesposa del antiguo director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Khan, quien ha dedicado parte de su vida a recuperar las obras robadas por los nazis.

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