Parecían dormidas. Pero la pelea de hace una semana entre dos bandas latinas en la Puerta del Sol, donde un joven de 15 años perdió la vida por una puñalada, ha vuelto a poner de manifiesto un conflicto que permanece latente en las calles de la capital desde que hace más de una década se instalasen los primeros grupos de este tipo en nuestro país.
El número de pandilleros ha caído significativamente en los últimos años -de 700 miembros activos en 2008, a 300 en la actualidad-, con edades comprendidas entre los 16 y los 24 años. Los más numerosos son los Trinitarios (80 miembros), seguidos de los Ñetas (60-70), los Dominican Don't Play (50-60) y los Latin King (30). Lo llamativo es que desde 2013 no se registraban víctimas mortales, aunque las peleas entre bandas latinas han acabado con la vida de once jóvenes desde el año 2004.
Encuentros fortuitos
La mayor parte de los enfrentamientos se producen a raíz de encuentros fortuitos entre miembros de bandas enfrentadas. Es decir, lo habitual no es que se citen premeditadamente para pelear, sino que coincidan en los medios de transporte o en los locales de ocio que frecuentan. Poco importa que existan cámaras de seguridad o vigilancia privada, como en el metro. Sin embargo, fuentes de la Policía Nacional llaman a la calma y niegan que se esté produciendo un repunte de la actividad de estas bandas, sino que sufre altibajos cuando hay intervenciones policiales.
Desde 2013 no se registraban víctimas mortales, aunque las peleas entre bandas latinas han acabado con la vida de once jóvenes desde 2004
El inspector jefe de la Sección de Bandas Latinas de la Brigada de Información de Madrid, Ricardo Gabaldón, explicaba esta semana que los enfrentamientos entre estos grupos son un problema que permanece latente, puesto que sus componentes han heredado "una rivalidad histórica que viene de sus países de origen" y se ven unos a otros como eternos enemigos. "Su actividad es constante y mantienen una violencia virtual en la red, pero no suele traspasar de ahí, ni tiene trascendencia callejera". El año pasado se practicaron 198 detenciones, de las cuales 43 eran menores.
Actualmente los investigadores prestan especial atención no tanto a las bandas sudamericanas, sino a los grupos de origen dominicano. El Tribunal Supremo consideró en febrero de 2014 a los Dominican Don´t Play como asociación ilícita, lo que implica que la pertenencia a este grupo está considerada como un delito grave que puede suponer condenas de prisión. Ante los últimos incidentes, la Policía Nacional ha aumentado la vigilancia en distintas zonas de Madrid donde tienen localizados a los miembros de la pandillas, para evitar así posibles represalias.
Carmena apuesta por la mediación
La Policía Municipal de Madrid tiene un grupo específico dedicado a investigar la actividad en la Red, la Sección de Análisis de la Información (SECAI) que está en proceso de desmantelamiento. Se trata de la unidad que rastreaba internet en busca de posibles 'quedadas' de grupos rivales para mantener enfrentamientos callejeros. Sin embargo, el concejal de Seguridad del Ayuntamiento, Javier Barbero, negaba esta misma semana en una entrevista en el diario El Mundo que esta unidad investigase la actividad de las pandillas. "Esa unidad nunca investigó bandas latinas, esa tarea le corresponde a la Policía Nacional", aseguraba en alusión a unas palabras de la portavoz de Ciudadanos, Begoña Villacís, en las que decía que la reyerta de Sol podría haberse evitado.
Carmena ha puesto en marcha un sistema de mediación policial con las bandas que ya se probó durante los actos del Carnaval de Tetuán
La alternativa que plantea ahora la alcaldesa de la capital es la puesta en marcha un sistema de mediación policial con las bandas, que como ella misma explicaba, se probó durante los actos del Carnaval de Tetuán, protagonizado por los titiriteros. Carmena aseguraba que varios miembros de las bandas colaboraron en la organización de los eventos de manera "extraordinariamente pacífica". "Participaron personas pertenecientes a estos colectivos que podemos llamar bandas ilegales y me pareció muy importante porque no ocurrió ningún incidente. Hubo mediadores y estructuras muy importantes para copiar en el futuro", remarcaba.
Esta propuesta de Carmena contrasta con la que hacía la Delegación del Gobierno en Madrid -con Cristina Cifuentes a la cabeza- quien impulsaba a mediados de 2014 los trámites de revocación de la nacionalidad o de la residencia, así como las órdenes de expulsión del territorio nacional de los principales miembros de estas organizaciones, en aplicación de la Ley de Extranjería. En marzo de 2015, Cifuentes ordenaba la expulsión de 34 cabecillas de estas bandas, con la prohibición de volver a España por periodos de entre cinco y diez años.
¿Quiénes son y por dónde se mueven?
El grupo de los Dominican Don´t Play se fundó en Nueva York a principios de los años noventa y a comienzos de la pasada década se instalaron en España. Su estructura interna se basa en una férrea disciplina, con castigos físicos si se incumple el reglamento. Se concentran en parques o plazas de Alcobendas, Lavapiés, Prosperidad, Villaverde, Usera, Tetuán, Argüelles y Campamento. Dan especial importancia al control del territorio y se distinguen por los collares azul y rojo, los colores de la bandera de República Dominicana.
Los Latin King llegaron a España en el año 2000 y trece años después se logró desmantelar la cúpula de la banda en Madrid
Los Trinitarios proceden en su mayoría de República Dominicana, Ecuador y Perú, y el Tribunal Supremo los declaraba como una "organización criminal" en 2014. Están asentados en Leganés, Vallecas, Alcalá de Henares, Usera, Cuatro Caminos-Tetúan, Villaverde, Fuenlabrada, Parla, Valdemoro, Collado Villalba y Orcasitas. Los Latin King, por su parte, llegaron a España en el año 2000 y trece años después se logró desmantelar la cúpula de la banda en Madrid, y en 2014 la de Cataluña. Cada vez quedan menos miembros activos y se concentran en Leganés, Móstoles, Puerta del Ángel, Entrevías, La Elipa, 12 Octubre, Vallecas, Alcobendas y Fuenlabrada. Se distinguen por los colores amarillo y negro.
Por último, los Ñetas están calificados como unos de los más violentos y se mueven por Vallecas, Quintana, Villaverde, Arganzuela, Torrejón de Ardoz y Parla. Tienen su origen en Puerto Rico y penalizan el desacato de las normas de la organización e intentan ir siempre en grupo y no dejar solos a los miembros de la banda. Las fuerzas de seguridad también tienen constancia de la existencia de otros grupos de menor tamaño como los Warriors 13 (Villaverde), los Big Boys (Torrejón de Ardoz), Yekas y Providence Salvatrucha Locos (Alcobendas).
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