Los comportamientos incívicos a los que se enfrentan los vecinos del barrio de la Barceloneta a diario desde hace meses han colmado su paciencia. Las fotos que este jueves aparecían en los medios nacionales mostrando cómo un grupo de jóvenes italianos acudían a un supermercado totalmente desnudos han forzado una nueva manifestación en la que centenares de vecinos han cargado contra el "turismo de borrachera" y han pedido que se acabe con esta imagen que se ofrece del barrio.
Con silbatos y carteles donde podía leerse que la Barceloneta no se alquila ni se vende, que "un apartamento turístico más es una familia del barrio menos" o que el barrio es de los vecinos, los asistentes aseguraron que no pararán hasta que el consistorio ponga los medios para evitar esta situación.
Según explicó en declaraciones a Europa Press el portavoz de las asociaciones de vecinos de la Barceloneta, Oriol Casabella, en una protesta convocada ante el mercado en la plaza de la Font y que a las 22.30 horas discurría por las calles del barrio, los vecinos han puesto de manifiesto con pancartas y silbidos su rechazo a la saturación de los apartamentos turísticos y el "incivismo" en el barrio.
"Queremos un barrio para los vecinos y no un turismo de 'low cost'", explicó el portavoz, que aseguró desconocer la rueda de prensa convocada este viernes por el consistorio para explicar medidas ante la situación.
Según Casavella, unos 400 vecinos se sumaron a este circuito por el barrio, en una actuación que se centró, sobre todo, en llamar a la participación a la manifestación del sábado a las 18 horas, concretaba. Explicó también que esta protesta discurría "de forma pacífica y tranquila, sin altercados" y por la que los turistas presentes en la zona no se interesaron.
Lo vecinos seguirán movilizándose para protestar contra el modelo turístico que se está implantando en Barcelona, que da lugar a excesos con los que están hartos de convivir
Los vecinos del antiguo barrio de pescadores se mantienen firmes en su lucha para abolir los pisos turísticos, en una batalla ciudadana que no se limita a denunciar el incivismo del turismo de borrachera, sino que va más allá y cuestiona el modelo turístico masivo de Barcelona.
Asentado en unos terrenos ganados al mar en el siglo XV, el barrio de La Barceloneta, donde viven 16.000 personas, es invadido cada verano por hordas de turistas, atraídos por sus callejuelas, sus casas bajas, su deliciosa gastronomía y por su idílico enclave, junto a las playas que Barcelona adecentó gracias a los Juegos Olímpicos de 1992.
Casabella, ha exigido al ayuntamiento de la capital catalana que se ponga de inmediato manos a la obra para acabar con el incivismo de algunos turistas, que se pasean semidesnudos, orinan y vomitan en la calle o montan ruidosas fiestas en sus apartamentos, por lo que impiden descansar al vecindario.
Según datos del Ayuntamiento de Barcelona, en el distrito de Ciutat Vella existen un total de 604 apartamentos turísticos regulados, de los que 72 se encuentran en La Barceloneta, donde también existen 5 edificios con licencia para acoger turistas. Sin embargo, los vecinos están convencidos de que en el barrio existen cientos de pisos turísticos sin licencia, por lo que Casabella ha pedido al ayuntamiento que sea inflexible y que aplique el régimen sancionador previsto por la ley, que prevé multas de entre 9.000 y 90.000 euros a quien alquile apartamentos a turistas sin licencia municipal.
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