El barrio de Gamonal en Burgos ha vuelto esta noche a registrar incidentes, con daños en el mobiliario urbano y en escaparates, que han comenzado después de que una manifestación discurriera de forma pacífica. Aunque en la zona está desplegado un amplio dispositivo policial, hasta el momento no se han producido cargas de los antidisturbios.
Los incidentes se han producido después de que la manifestación de unas 3.000 personas regresara al barrio, tras haberse dirigido a una comisaría de Policía para pedir la libertad de los detenidos en los disturbios de la noche del sábado al domingo.
Al regreso de la marcha a la Calle Vitoria, cuya remodelación por parte del Ayuntamiento de Burgos ha sido el detonante de la protesta vecinal, un grupo de varios centenares de personas ha tirado las vallas y ha accedido al lugar de las obras contra las que protestan los vecinos.
Posteriormente, han comenzado los destrozos en mobiliario urbano y en lunas de entidades bancarias, la quema de contenedores y las pintadas en fachadas y portales, al igual que sucediera en la noche del pasado viernes y de ayer sábado.
Los incidentes durante el fin de semana se han saldado con cuarenta detenidos, muchos de ellos menores, y cerca de una veintena de personas heridas, entre ellas doce policías.
Unas 3.000 personas piden en Burgos libertad para los detenidos en incidentes
Unas 3.000 personas se han manifestado este domingo en Burgos, desde el barrio de Gamonal, donde durante el fin de semana se han registrado graves incidentes, hasta una comisaría de Policía, para pedir la libertad de los detenidos en los disturbios de anoche.
La marcha ha partido de la Calle Vitoria, cuya remodelación por parte del Ayuntamiento de Burgos ha sido el detonante de la protesta vecinal, y se ha dirigido a la comisaría, para pedir la liberación de los 23 detenidos, diez de ellos menores, en los incidentes de la noche del sábado al domingo.
Posteriormente, ha proseguido hasta la sede de un grupo de comunicación, antes de regresar al barrio de Gamonal, donde un grupo de varios centenares de personas ha tirado las vallas y ha accedido al lugar de las obras contra las que protestan los vecinos.
El alcalde de Burgos, Javier Lacalle (PP), ha asegurado en rueda de prensa que "las obras no se van a paralizar", para convertir la calle en un bulevar, un proyecto que ha generado las protestas por su coste y por la reducción de carriles para vehículos y de plazas de aparcamiento.
De los 23 detenidos en la pasada noche, trece han pasado a disposición judicial y los diez restantes son menores. Otros 16 jóvenes, que fueron detenidos en los incidentes de la noche del pasado viernes al sábado, han quedado en libertad provisional, acusados de desórdenes públicos y daños.
Durante los disturbios del fin de semana, han resultado heridas cerca de una veintena de personas, entre ellas doce policías.
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