Como si el féretro fuera el novio y de una despedida de soltero se tratase, las strippers bailan en los funerales que tienen lugar en las zonas rurales de China. O bailaban, ya que esta moda, todo un último grito en despedidas de la vida, parece tocar su fin dado que las autoridades del país asiático van a prohibirlas, según han indicado desde el Ministerio de Cultura. A partir de ahora, el Gobierno chino multará a los organizadores de estos bailes con importantes sanciones económicas de hasta 10.500 euros y con arrestos domiciliarios de hasta 15 días.
Esta nueva moda consiste en la contratación por parte de la familia del difunto de una o varias bailarinas para hacer un baile en ropa interior en torno al ataúd y algunas incluso llegaban a quitarse las pequeñas prendas de ropa. La creencia en las zonas rurales es que el muerto puede, desde la ultratumba, disfrutar del 'show', y por ello deciden rendirle este homenaje ya que le ayudará en su tránsito al más allá. Pero este tipo de tributo no es ninguna novedad, ya que ha sido la continuación de otras curiosas despedidas, como cuando antaño se proyectaban películas o se representaba una obra de teatro en honor al difunto. Y todo ello para conseguir atraer a más gente en el último adiós de un familiar y mostrar el poderío económico de la familia, ya que el sensual baile ronda los 300 euros.
Esta práctica también está de moda en Taiwán, donde es habitual que en el momento de la conducción del cadáver al cementerio, una chica joven baile en su honor montada en una carroza y posteriormente lo haga alrededor de la tumba en el momento del entierro.
China trató de frenar esta práctica en 2006
La campaña iniciada ahora por las autoridades chinas es el segundo intento de erradicar esta peculiar práctica. La primera fue en 2006 cuando, tras la emisión de un reportaje en la cadena estatal CCTV, el Gobierno quiso llevar a cabo una caza de strippers que no dio sus frutos. Ahora, el Ejecutivo ha anunciado que las fuerzas de seguridad del país van a trabajar para poner freno a esta práctica y para ello nada mejor que leyes que lo prohíban y sanciones a quienes las violen: arresto domiciliario de 15 días y multas de hasta 70.000 yuanes, unos 10.500 euros.