Las labores en la finca de Las Quemadillas, en Córdoba capital, se han reanudado este martes con el objetivo de realizar nuevas pruebas que esclarezcan datos en torno a la hoguera, tras los resultados de dos informes de expertos independientes en los últimos días, que concluyen que los restos óseos hallados en la hoguera corresponderían a niños.
En concreto, ante los últimos acontecimientos, el juez del caso, José Luis Rodríguez Lainz, ha solicitado dos nuevas pruebas de carácter morfológico para comprobar "si efectivamente son restos humanos" los que contenía la hoguera de la finca, al tiempo que ha vuelto a decretar el secreto de sumario en la investigación.
Con este objetivo, este martes Bretón ha sido citado de nuevo en Las Quemadillas para presenciar las pruebas, en las que se comprobará "si una de las mesas metálicas que estaba al lado de la hoguera ha tenido contacto alguno con el fuego". Y es que, "si a un fuego se le pone una plancha metálica encima y ésta plancha metálica se pone al rojo vivo, los efectos de quemar son bastante más fuertes de lo normal que si no estuviera la plancha", como explica el abogado de la defensa, José María Sánchez de Puerta.
Tras ello, se recogerá "un bidón que había allí de gasolina vacío", para analizar "si hay huellas de Bretón o no y que se examine nuevamente". Y una tercera prueba es que "se recojan palos, adobes o materiales de construcción que hayan podido estar en contacto con el fuego para hacer como una especie de horno, dónde la cremación fuera bastante más rápida".
Informes que certifican los restos
Al respecto, un primer informe policial, de noviembre de 2011, determinó que eran restos de pequeños animales, si bien la familia materna contrató a un investigador para una nueva prueba, el doctor Francisco Etxeberría, quien ha determinado que los restos de la hoguera encontrada en la finca de Las Quemadillas eran humanos, aunque sin concretar la edad de los mismos.
Todo ello a pesar de la dificultad que entrañaban estos análisis ya que la temperatura de la hoguera, dispuesta de tal forma que la convertían en un auténtico horno, habría podido alcanzar temperaturas en torno a los 800 grados que destruyeron la práctica totalidad del material orgánico.
En este sentido, el informe pericial apunta a que el progenitor habría construido un horno crematorio valiéndose de una chapa y de ladrillos para conseguir una temperatura de más de 800 grados centígrados con el fin de pulverizar los cuerpos de los dos pequeños y borrar huellas.
Los restos carbonizados encontrados no pueden ser sometidos a pruebas de ADN
El hallazgo de los restos humanos se confirmó hace unos diez días, pero no fue hasta este domingo cuando a última hora de la tarde trascendió la información. Una dificultad añadida es que los restos encontrados no se pueden someter a las pruebas de ADN, pero sí se ha constatado que las muestras pertenecen a dos niños.
6 años, la edad de Ruth
Tras este segundo informe, los investigadores solicitaron uno nuevo para confirmar los hallazgos, en este caso se requirió la ayuda del doctor José María Bermúdez de Castro, uno de los investigadores de Atapuerca, que en un tercer informe confirma que los restos de la hoguera son de un menor de 6,22 años, edad que tenía Ruth en el momento de la supuesta desaparición.
Dicho informe, finalizado el pasado 22 de agosto sostiene que los restos óseos son de un menor de 6,22 años de edad, "con un margen de error de +-43 días", según ha indicado este lunes el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. Este trabajo fue encargado por la propia Policía Nacional apenas unos días después de tener conocimiento del informe del investigador independiente contratado por la familia, concluido el 18 de agosto.
La policía descubrió una llamada telefónica a una compañía de adopción de niños en Estados Unidos
Llamada a una empresa de adopción de niños
Por otra parte, el ministro ha defendido que la Policía ha estado trabajando todo este tiempo y que siempre pensó que los niños no habían salido nunca de la finca familiar pese a haber investigado otras líneas. Los agentes de la Policía gracias a los registros telefónicos del padre de los niños --actualmente en prisión-- peinaron todos los bosques en los que estuvo el adulto y también descubrieron una llamada telefónica a una compañía de adopción de niños en Estados Unidos.
Fernández Díaz ha insistido en varias ocasiones en que la hoguera en la que se han hallado los restos se prendió con la ayuda de una mesa metálica que hacía efecto de horno lo que elevó la temperatura entre los 650 y los 800 grados centígrados, según indican los informes. En ese sentido ha apuntado que a esa temperatura es muy complicado poder extraer muestras de ADN.
La versión de Bretón
Mientras, Bretón, interno en prisión por la supuesta desaparición, alega que "es totalmente falso e imposible" que en la hoguera podría haber restos óseos de sus hijos, al tiempo que lo niega todo, según su abogado, quien cree que el progenitor en "su foro interno está convencido de que esos no son sus hijos, ni de que haya restos humanos" en la hoguera.
Así se ha defendido este lunes el padre de los niños, a través de su abogado, quien lo ha visitado en la prisión tras conocer los últimos informes periciales. A tal efecto, el letrado advierte de que "si ahora la Policía diera marcha atrás y dijera que se ha equivocado en los dos informes emitidos, habría que decir cuatro palabras fuertes a la Policía Científica", dado que en los informes policiales se probaba que los restos óseos analizados en la hoguera de la parcela cordobesa eran de animales, algo que el juez, tal y como recuerda el letrado, "ha admitido desde un primer momento".
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