Sociedad

David Cameron, pillado en Instagram echándose una siesta antes de la boda de su cuñada

“Con una copa de champán, preparándose para su gran día. Esta foto de una novia a punto de casarse nunca trascendería del plano familiar, si no fuera porque hay un primer ministro echándose la siesta detrás”, bromea el diario The Telegraph sobre el último fenómeno viral protagonizado por David Cameron.

David Cameron no gana para disgustos…fotográficos. El primer ministro británico, muy celoso de su intimidad y de las instantáneas que puedan sacarle durante su tiempo de esparcimiento, ha vuelto a ver una imagen poco protocolaria publicada en los rotativos británicos. En esta ocasión, ha sido su cuñada Emily Sheffield (la hermana de su mujer) la responsable al subir a la red Instagram una foto del premier echando una cabezadita momentos antes de su boda.

“Con una copa de champán, preparándose para su gran día. Esta foto de una novia a punto de casarse nunca trascendería del plano familiar, si no fuera porque hay un primer ministro echándose la siesta detrás”, bromea el diario The Telegraph. “Con una carpeta roja ministerial a su lado, un Cameron descalzo aprovechó para echar un sueñecito antes de la boda de su cuñada, hace quince días”.

Al parecer, el primer ministro acababa de regresar del encuentro del G-20 en San Petesburgo. Se cree que la caja roja es la misma que ese mismo día dejó ‘desatendida’ en un tren mientras hacía una visita al vagón-cafetería. “Los viajeros, atónitos, hicieron fotos de la caja abandonada con la llave puesta. Downing Street defendía después que estaba siendo vigilada en todo momento por agentes de seguridad”, explica el periódico.

Emily Sheffield, la hermana menor de Samantha Cameron, tiene 101 seguidores en la red social, muchos de los cuales pincharon en la lista de ‘Me gusta’ y se preguntaron quién sería ese hombre durmiendo detrás. Al ser una red abierta a todos los usuarios, la imagen ha conseguido dar la vuelta al mundo.

Asistentes de Cameron han defendido que el premier necesita echar de vez en cuando “siestas revitalizantes”, sobre todo cuando viaja durante su larga jornada laboral, que arranca cada día a las 5 am.

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