Estudios recientes sobre microbiota intestinal felina apuntan a la influencia de factores como la dieta, la edad y el entorno en la composición de los microorganismos que forman este sistema y, por tanto, también en las heces.
Una investigación de la Universidad de California que analiza los microbiomas fecales en gatos aparentemente sanos ha determinado que su composición varía en función del tipo de alimentación. Asimismo, otros estudios señalan que una alimentación rica en prebióticos y fibras puede ayudar a mantener una microbiota intestinal saludable en los felinos, favoreciendo al sistema inmunitario.
La investigación de la Universidad de California se elaboró con 1.879 muestras de heces de gatos, de las cuales, 161 comprendían lo que los autores consideran un conjunto de referencia saludable. Así, se observó que los felinos que ingirieron alimentación seca tenían una cantidad leve pero significativamente mayor de bacterias centrales beneficiosas, en comparación con los que no las consumieron.
Los gatos que comieron alimentos crudos tenían menos grupos de bacterias centrales beneficiosas en comparación con los que ingirieron alimentación seca. La investigación también apuntaba a la variación de bacterias centrales beneficiosas para los gatos sanos en función de aspectos como la edad y el entorno habitable.
Se observó que los felinos que ingirieron alimentación seca tenían una cantidad leve pero significativamente mayor de bacterias centrales beneficiosas, en comparación con los que no las consumieron
Este tipo de indagaciones sobre la microbiota felina tienen el objetivo de comprenderla para diseñar dietas específicas que favorezcan la diversidad microbiana y promuevan la salud digestiva de los gatos. Esto puede ser fundamental en situaciones en las que se requiere un cambio en la alimentación del animal o en caso de enfermedades gastrointestinales.
En esta línea, otros estudios señalan que una alimentación rica en prebióticos y fibras puede ayudar a mantener una microbiota intestinal saludable en los felinos. En concreto, el estudio ‘Efectos de la suplementación dietética con inulina sobre la microbiota fecal y su función y sobre la respuesta vacunal en gatos’ (2023) ha evidenciado que la suplementación dietética durante seis semanas con una dosis mínima de inulina --prebiótico natural-- modifica su microbiota fecal y sus metabolitos funcionales, lo que deriva en una respuesta inmunitaria más temprana durante la vacunación.
Los prebióticos se definen como vegetales con fibra fermentable que ayudan al crecimiento de microorganismos beneficiosos, mientras que las fibras promueven el tránsito intestinal y una buena calidad de las heces, según los expertos.
Conductas
Del mismo modo, se debe tener en cuenta que las conductas de alimentación de los gatos difieren de otros animales domésticos como los perros, pues destacan por su particularidad de consumir pequeñas porciones de alimento a lo largo del día.
Asimismo, los gatos se caracterizan por su alta sensibilidad, por lo que variables como la temperatura, la humedad, los ruidos, los olores, la ubicación del comedero, etc. pueden afectar a su conducta alimenticia. Su tendencia a probar cosas nuevas o característica neofílica también influye en su comportamiento.
Los expertos también indican que, debido a su instinto cazador y comportamiento carnívoro, los felinos suelen alimentarse especialmente por la noche. Por lo tanto, si un gato no come en un momento específico del día no es motivo de preocupación. Sólo en caso de que el gato pierda peso notablemente, se puede considerar la adopción de medidas en relación con su alimentación. Por ello, es importante prestar atención a sus hábitos para detectar cualquier posible enfermedad.
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