La Guardia Civil y la Dirección del centro penitenciario de Murcia II ha desmantelado una red que se dedicaba a introducir droga en esta cárcel, y ha detenido a sus 16 integrantes, de los cuales siete eran presos del centro. Se les acusa de los delitos de tráfico de droga y de pertenencia a organización criminal.
En la operación, bautizada Pascal's, se han practicado dos registros domiciliarios y varias inspecciones en el centro penitenciario a instancias de su director. En ellos se han intervenido cuatro kilos de resina de hachís, 104 dosis de heroína, 4.000 euros, 11 teléfonos móviles, un revólver, doce cartuchos de munición y abundante documentación. La investigación continúa abierta por lo que no se descartan nuevas detenciones.
El cabecilla contaba con la colaboración de su padre, que compraba la droga a dos ciudadanos argelinos
La operación se inició el pasado mes de marzo, por parte del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Murcia, donde la dirección del Centro Penitenciario comunicó que varios presos, a los que ya podrían estar traficando. Al tratarse de una aparente organización criminal con ramificaciones tanto fuera como dentro de la prisión, la Guardia Civil solicitó el apoyo de Instituciones Penitenciarias.
Los funcionarios vigilaron a los recursos implicados y la Guardia Civil a sus familiares y contactos, y así se interceptaron distintas cantidades de droga que pretendían introducir al recinto aprovechando los encuentros vis a vis. La organización estaba liderada por uno de los presos, que disponía de colaboradores para, de manera jerárquica, adquirir la droga, introducirla en la cárcel, cobrarla y distribuirla entre los presos.
El padre, colaborador clave
El cabecilla contaba con la colaboración de su padre, que compraba la droga a dos ciudadanos argelinos y captaba a familiares de otros presos para introducir la droga en los encuentros vis a vis. Además, había ideado un sofisticado sistema para proceder al cobro de los compradores de la droga. En los centros penitenciarios españoles está prohibido el dinero de curso legal, sino que los reclusos disponen de una tarjeta que facilita el centro con el denominado "peculio" (dinero de no curso legal que sirve para adquirir productos en los economatos de las cárceles).
Se han intervenido cuatro kilos de resina de hachís, 104 dosis de heroína, 4.000 euros y un revólver
Por eso, los presos comunicaban a sus familiares del exterior el importe necesario para adquirir las sustancias y éstos lo hacían efectivo en distintas oficinas de correos mediante un giro nominativo a favor del cabecilla de la organización. Posteriormente, éste verificaba con su padre la correspondencia del número de localizador del documento postal, con la cantidad de droga a entregar al preso.
Normalmente, la droga adquirida dentro de la prisión tenía un coste muy superior al habitual en el mercado negro, lo que generaba importantes ingresos a la organización. Los arrestados, los efectos incautados y las diligencias instruidas han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Mula (Murcia), quien ha ordenado el ingreso en prisión de uno de los detenidos, padre del líder de la organización criminal.
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