Un equipo de expertos médicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha concluido que es "ético" utilizar medicamentos experimentales, cuya eficacia y efectos adversos aún no han sido contrastados, para "prevenir" y atajar el actual brote de ébola, que ha acabado con la vida de más de un millar de personas.
"En las circunstancias concretas de este brote y dado que ciertas condiciones se cumplen, el equipo ha alcanzado el consenso de que es ético ofrecer tratamientos no probados, con una eficacia y unos efectos adversos todavía desconocidos, como potencial tratamiento o medida de prevención", ha asegurado el grupo de expertos médicos de la OMS en declaraciones recogidas por Europa Press.
Sin embargo, los expertos han subrayado que la aplicación de estos tratamientos experimentales tiene que seguir una serie de "criterios éticos", entre los que se incluye la "transparencia" sobre la naturaleza del medicamento, el consentimiento informado, la libertad de elección, la confidencialidad, el respeto a la persona, la preservación de la dignidad y la implicación de la comunidad.
En un comunicado emitido tras la reunión de este grupo de expertos, la OMS ha dejado claro que un tratamiento experimental o una vacuna contra el ébola sería "un potencial activo" en la lucha contra este virus mortal. Tras afirmar que en los últimos años ha habido "resultados prometedores" en medicamentos contra el ébola, han admitido que estos medicamentos "todavía no han sido evaluados en términos de seguridad y de eficacia en seres humanos".
Por ese motivo, la OMS decidió reunir este lunes a este grupo de expertos para que estudiara las implicaciones éticas del posible uso de tratamientos experimentales para atajar el ébola.
Obligación moral
En este sentido, el grupo de expertos consultado por la agencia de Naciones Unidas subraya que, al emplear estos medicamentos experimentales contra el brote de ébola, existe una "obligación moral" de recopilar y compartir todos los datos sobre el tratamiento y sus efectos, incluidos los de medicamentos suministrados para un "uso compasivo".
"Ha habido un acuerdo unánime en que hay un deber moral de evaluar estas intervenciones, de tratamiento o de prevención, con las mejores pruebas médicas dadas las circunstancias para investigar definitivamente su seguridad y eficacia o aportar pruebas para prohibir su empleo. Las evaluaciones actuales deberían guiar las intervenciones", ha explicado.
A modo de conclusión, el grupo de expertos de la OMS ha abogado por someter a un "detallado análisis" y a "discusión" las formas de recopilar los datos sobre el empleo de estos medicamentos mientras "continúan los esfuerzos para dar una atención óptima a los enfermos"; los "criterios éticos" que justifican que se priorice el empleo de un medicamento experimental y los que deben aplicarse para lograr "una distribución justa" de estos tratamientos entre las comunidades y países afectados.
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