Sociedad

El sector educativo rechaza en bloque una LOMCE cuyo gasto será cinco veces mayor de lo estimado

El anteproyecto de Ley Educativa, la reforma estructural más ambiciosa planteada por este Gobierno según palabras del propio Mariano Rajoy, despierta críticas en todos los colectivos implicados. Máxime cuando se ha sabido que el coste de implementación ascenderá a 408 millones de euros, cinco veces más de lo previsto.

El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte estima que el coste directo de implementación de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) será de 408 millones de euros, cinco veces más de lo previsto inicialmente por el ministro Wert.

El sobrecoste se debería, entre otros motivos, a la duplicidad de itinerarios de 4º de la ESO -que se bifurca entre Formación Profesional o Bachillerato-, a la financiación de la nueva Formación Profesional Básica y a un menor ahorro del previsto en la compactación del Bachillerato, según expuso a los medios la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio.

Así, el Ministerio prevé invertir 23 millones de euros durante el primer año de puesta en marcha, 130 millones en el segundo año y 255 durante el tercero, el que más se habría encarecido. Respecto a la fecha de implementación, no se espera en ningún caso que sea antes del curso escolar 2014-15, ya que aún queda por delante el largo trámite parlamentario que se espera para antes del verano.

El próximo 7 de febrero, los consejeros autonómicos se reunirán con el ministro Wert para discutir la memoria económica de la reforma. Se espera que los costes indirectos -aquellos que dependen de que una mayor proporción de alumnos inicien la Formación Profesional- sean asumidos por las comunidades autónomas, ya que tienen transferidas las competencias.

La FP es una opción más cara que el Bachillerato, ya que cada alumno cuesta unos 6.000 euros anuales. No obstante, Gomendio considera que la inversión representaría “un éxito” en la lucha contra el fracaso escolar, auténtico leitmotiv de la reforma.

La reforma estructural más ambiciosa y polémica

La LOMCE no entra en vigor como mínimo hasta el curso escolar 2014-15; aún queda por delante el trámite parlamentario"

El anteproyecto de la LOMCE, la reforma estructual más ambiciosa planteada por el Gobierno según el propio Mariano Rajoy, ha estado rodeado por la polémica desde su presentación. Una de las críticas más recurrentes de los agentes de la comunidad educativa se refieren a la "falsa percepción" de la educación como un "bien mercantista sujeto a procesos económicos y enfocado a resultados".

El Consejo Escolar del Estado rechazaba esta semana los informes aportados por varias asociaciones educativas, incluida la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA), en los que se solicitaba devolver el anteproyecto de la LOMCE al Ministerio de Educación.

El presidente del Consejo, Francisco López Rupérez, aseguraba haber intentado alcanzar el consenso "hasta donde hemos podido".

Pese a haber salvado este obstáculo, todavía quedan por debatir más de 300 enmiendas presentadas por la comunidad educativa.

Regresión hacia un modelo "ideológico y conservador"

Desde CEAPA, una de las organización que más peso tiene dentro del sector educativo por aglutinar a las principales AMPAS del país, tachan la reforma de “regresiva y excluyente”, y argumentan que se ha elaborado sin un análisis previo "riguroso” y sin consenso.

"La LOE no era la panacea, pero cada nuevo Gobierno no debería cambiar la ley educativa para satisfacer consignas ideológicas"

En su opinión, medidas como el adelanto de la separación del alumnado a los 14 años o las reválidas al final de cada etapa “se han demostrado inútiles” para atajar el fracaso escolar.

El pasado mes de octubre, con motivo de la primera huelga de 'aulas vacías', el presidente de CEAPA, Jesús Sánchez, ya comentó a Vozpópuli su oposición a la LOMCE. "No es que la LOE fuera la panacea, pero la sociedad está cansada de que cada nuevo Gobierno se empeñe en modificar la legislación educativa para satisfacer consignas ideológicas", explicaba.

“El análisis que hace el Gobierno del sistema educativo responde a un modelo ideológico conservador que aboga por superar la crisis eliminando lo público", lo cual "nos devuelve a la escuela del pasado, que estaba en manos de entidades privadas", concluyen.

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