La gestación subrogada -conocida también como 'vientre de alquiler' pese a las críticas de sus defensores a éste término- es una práctica médica que permite a personas con problemas personales como enfermedades o falta de pareja lograr una ansiada paternidad. Este proceso es posible en varios países del mundo, pero no está legalizado en España, aunque la demanda empieza a hacerse notar. Más de 300 personas se han organizado desde hace meses para lograr que se apruebe una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que permita este procedimiento.
Ésta práctica de gestación está regularizada en países como Estados Unidos, Inglaterra -sólo para los ingleses-, Rusia, Ucrania, India o Tailandia, aunque los precios son notablemente diferentes. El procedimiento podría suponer unos 120.000 euros en Estados Unidos, mientras que en países como India o Tailandia se reduce a entre 40.000 y 50.000. "Si el bebé nace prematuro o la madre tiene complicaciones y debe permanecer ingresada o recibir tratamiento, eso se suma a la cifra total. Norteamérica es lo más caro, pero también es donde la protección jurisdiccional es mayor", explica Aurora González, secretaria de la Asociación por la Gestación Subrogada a Vozpópuli.
Esta opción es legal en países como Estados Unidos, Inglaterra, Rusia, Ucrania, India o Tailandia, siendo el primero el más caro (120.000 euros) y los dos últimos los más baratos (50.000)
Estas cifras reflejan que el deseo de ser padres es asequible sólo para quienes dispongan de unos amplios recursos, no sólo económicos sino también psicosociales, pues el proceso incluye viajes, necesidad de relacionarse en otros idiomas, firma de contraros, etc. "Por eso estamos buscando una solución para ser padres dentro de nuestras fronteras, para que el derecho de igualdad recogido en la Constitución abarque esta faceta de la vida de mucha gente que no puede tener familia por medios naturales", explican desde la asociación.
Según la secretaria, esta opción de paternidad daría solución a muchísimas personas que son incapaces de serlo por diferentes circunstancias. "Los datos hablan de un número elevado de niñas que nacen sin útero, por lo tanto sin opciones para concebir. Además, a quienes han pasado un cáncer o padecen diabetes, por ejemplo, se les desaconseja que gesten. Otros directamente no pueden gestar. Además, está el problema de parejas homosexuales, o de padres solteros, que no pueden hacer como las madres solteras y recurrir a la inseminación artificial. La gestación subrogada es la última opción para muchas de estas personas que no disponen de los 50.000 euros mínimo que te costaría irte fuera", defiende.
Mujeres sin úteros, enfermas de cáncer o diabetes, parejas homosexuales o padres solteros tienen en este procedimiento su única opción de ser padres
Este movimiento cívico surgió a raíz de la triste historia de Marta y Antonio, una pareja gallega que vio cómo una negligencia médica acababa con un bebé de casi nueve meses a punto de nacer. Pero no sólo perdieron a su hija, sino que además Marta perdió la opción de gestar. Con la ayuda de su entorno ambos comenzaron a moverse para que en un futuro no demasiado lejano se pueda llevar a cabo la gestación subrogada en España. Su idea es conseguir las 500.000 firmas que permitan presentar una ILP al Congreso para que se aprueve un texto que ya tienen elaborado. Para ello, han recopilado todas las leyes sobre la técnica que están en vigor en el resto de países y han sacado lo mejor de cada una para adaptarlo a la jurisprudencia española. El texto resultante es la sexta versión, fruto del consenso de todos los que han participado.
"Aún no hemos empezado a recoger las firmas porque queremos estar seguros de que cuando lo hagamos lo lograremos en el menor tiempo posible. Ya tenemos 300 fedatarios comprometidos en toda la geografía para recogerlas, pero queremos asegurar más. Cuando la presentemos a la mesa del Congreso, si es admitida tenemos 9 meses para recoger las firmas. Después habría un plazo de 6 meses para que se debata en las Cortes, de manera que en dos años podría estar en marcha, pero no queremos perder tiempo ni dinero, sino estar muy seguros de lo que hacemos", comenta Aurora.
Apoyos y detractores
En España actualmente la gestación subrogada es alegal, ya que el artículo 10 de la Ley 14/2006, de 26 de mayo, sobre Técnicas de Reproducción Humana Asistida establece que el contrato por el que se convenga la gestación, con o sin precio, a cargo de una mujer que renunciar a la filiación materna a favor del contratante o de un tercero es nulo de pleno derecho. Sin embargo, la Instrucción de 5 de octubre de 2012 de la Dirección General de los Registros y del Notariado sí contempla la inscripción en el Registro Civil de niños frutos de esta técnica siempre que el procedimiento se haya llevado a cabo en un país donde la técnica esté regulada, que uno de los padres sea español y que exista una resolución judicial que garantice, entre otros aspectos, los derechos de la mujer gestante, cuyo nombre no figurará en el registro.
"Cuando salen noticias como las de Ricky Martin o Miguel Bosé nadie se escandaliza. Ellos tienen dinero y lo hacen, y Marta no tiene tantos recursos y no puede ser madre. Es una gran discriminación"
En resumen, en España no es legal ese contrato pero si se hace fuera los hijos pueden ser españoles inscritos en el Registro sin problemas. Por eso su lucha es que el proceso se permita realizar dentro de sus fronteras. Para ello, ya han recibido el apoyo de diferentes organismos y ámbitos, como la Sociedad Española de Fertilidad, de especialistas en reproducción asistida, de partidos a nivel local y autonómico como PSOE, UPyD, PP (de Lugo), la Diputación y Ayuntamiento lucense, el parlamento gallego, la asociación de familias formadas por gestación subrogada, "Son nuestros hijos", Leyemecum, etc. También participaron el pasado verano en la feria de reproducción asistida celebrada en Valencia, donde comprobaron el creciente interés de los visitantes por este procedimiento.
Pero en este tipo de cuestiones siempre hay quien las defiende y quien las critica. En este último punto entraría el problema ético que crea entre las organizaciones eclesiásticas. "En febrero algún periodista preguntó al portavoz de la Conferencia Episcopal Española y éste se manifestó claramente en contra, algo que ya esperábamos. La ética es muy subjetiva, cada uno tiene la suya. Personalmente creo que la religión no debería interferir en asuntos civiles. Nosotros no intentamos convencer a nadie. Sabemos que no es un procedimiento natural, pero igual que puede serlo un transplante o una inseminación artificial, que en su día también causó revuelo. La humanidad tiene capacidad para facilitarse la vida, y hay que quitarnos el prejuicio. Aquí intervienen personas de manera libre o voluntaria, nadie tiene que juzgarlo", defiende la secretaria de la asociación.
Por último, Aurora recuerda que este es un tema donde reina la discriminación, principalmente por diferencia en los recursos económicos. "Cuando salen noticias de este tipo, como la de Ricky Martin o Miguel Bosé, nadie se escandaliza, no pasa nada y siguen siendo igual de 'buenos o malos' y siguen teniendo su público y haciendo su trabajo. Ellos tienen dinero, y lo hacen, donde quieran. Marta no tiene esos recursos, y no puede ser madre. Es una discriminación enorme", sentencia.
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