En el último año, ha aumentado un 50% el número de españoles que emigraron al Reino Unido en busca de un trabajo. Según los últimos datos, ya son 45.000 los españoles inscritos en el National Insurance (similar a nuestra Seguridad Social), 15.000 más que hace un año, trámite necesario para buscar trabajo en el país.
Uno de los españoles que han decidido cambiar Madrid por Londres en el último año es Alberto. A principios de mayo, su mujer, Mary, y él hicieron las maletas y se marcharon a la city. Alberto aún no ha encontrado trabajo pero reconoce que “por lo menos en mi sector, la televisión, hay más oferta que en España”. “En tres meses he hecho cuatro entrevistas y tengo otra concertada este mes. Al menos aquí se mueve el mercado y tienes la oportunidad de hacer entrevistas”.
Según el tipo de trabajo, el tiempo que se tarda en encontrar un puesto puede variar. Mary tardó dos semanas en encontrar trabajo en una cadena de cafeterías, mientras sigue buscando algo relacionado con su sector, también dentro del mundo audiovisual. "La búsqueda de trabajo cualificado es mucho más dura pero conseguir un trabajo cualquiera es más fácil. Les da igual quién seas y qué experiencia tengas", apunta. "Hay mucho movimiento porque es fácil saltar de un trabajo de baja cualificación a otro un poco mejor".
De momento tiene contrato indefinido, ya que, a diferencia de lo que sucede en España, los contratos temporales se reservan únicamente a empleos que tendrán una duración determinada. “Las condiciones de despido son muy sencillas y no les cuesta tanto despedir al trabajador, por eso prefieren hacer un contrato indefinido desde el principio a empalmar contratos temporales”.
Los trámites para marcharse al Reino Unido son sencillos. Basta con el DNI o pasaporte español para poder ser residente. Después, una vez se ha conseguido una dirección postal, el siguiente paso solicitar el número del National Insurance. El trámite dura unas tres semanas, dos desde que se pide cita hasta que se tramita y otra semana para recibirlo, y es necesario para poder firmar un contrato de trabajo.
Lo primero, buscar vivienda
Para muchos de los trámites necesarios hace falta tener una dirección, es decir, una vivienda. En Londres, el mercado inmobiliario es rápido pero también caro. “Si encuentras algo que te guste y se ajuste a tu presupuesto, cógelo ya”, aconseja Alberto. En cuanto al precio, este joven matrimonio paga unas 900 libras mensuales (en muchos casos, los precios se calculan por semanas) por un estudio con todos los gastos menos electricidad. “Por menos de ese precio es difícil encontrar algo en Londres. En las localidades del área metropolitana sí que hay alquileres más baratos, pero también aumenta el precio de transporte y el tiempo que tardas en llegar al centro, que es más de una hora”.
“El principal problema es buscar alojamiento cuando no tienes trabajo”, apunta Alberto. “A nosotros nos pedían tres meses por adelantado más la fianza por el simple hecho de no poder aportar un contrato de trabajo que garantizara que teníamos ingresos, pero al final negociamos y lo dejamos en dos meses más la fianza”.
Algo similar apunta Pablo --que se marchó a Bournemouth tras un cambio en la legislación española que afectaba a su profesión-- a la hora de buscar casa. En su caso, “no he tenido ninguna dificultad en establecerme aquí, dado que tengo una situación económica acomodada”, señala. “Establecerse aquí no es difícil si lo llevas planificado y llevas dinero. Si no, claro que es difícil, como en cualquier lado”, corrobora Alberto.
“Como facilidad con respecto a España, aquí todos los alquileres se realizan por agencia y son legales y las cuotas a pagar a las agencias son menores”, indica Pablo. Mary, por su parte, destaca la comodidad de buscar piso a través de una agencia. "Se puede encontrar por tu cuenta, pero es más cómodo así, porque la mayoría de los anuncios de particulares no son de fiar o son de inmobiliarias". En cuanto al precio, Alberto y Mary pagaron 125 libras (145 euros) por cuatro meses de servicio de la agencia, aunque no pasó ni una semana desde que se registraron hasta que entraron en su estudio, cerca del centro de Londres.
¿Hacerse autónomo o trabajar por cuenta ajena?
Mientras encuentra un empleo en su sector, Alberto está trabajando como autónomo. “Aquí es muy sencillo”, comenta. “El trámite es telefónico y por Internet, en ningún momento tienes que ir a la oficina y sólo necesitas tener una dirección --es decir, ser residente-- y el National Insurance number”. Otra ventaja es que muchos autónomos están exentos de facturar y pagar IVA. “Únicamente hay que hacer este trámite si tu actividad lo requiere, por ejemplo, si pones una tienda, o si facturas más de 70.000 libras al año”, que equivalen a unos 82.600 euros.
Las cuotas se pagan de manera semestral, con dos tarifas según el volumen de facturación, y el alta se realiza durante los tres primeros meses de actividad. “Aquí está todo muy orientado a que la gente abra negocios”, observa Alberto. “Les interesa más que tengas liquidez y pocas trabas al principio para poder seguir adelante con tu empresa”, reflexiona.
Para encontrar un trabajo por cuenta ajena, las opciones varían poco respecto a España. “Hay muchas webs especializadas por sectores, pero también puedes buscar trabajo en las webs genéricas o directamente en las páginas de las empresas, que tienen una sección específica”, indica Alberto. También está la opción de acudir a un Job Centre de los servicios públicos de empleo, opción que los propios servicios de empleo descartan para trabajos muy especializados.
“Por lo menos aquí se mueve más el mercado”, señala Alberto. "Si están buscando gente, te llaman rápido para una entrevista".
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