Sociedad

La 'espiral del silencio' vasca llevó a los no nacionalistas a participar menos en política

Un estudio basado en los Euskobarómetros de los últimos 22 años demuestra que el miedo provocado por ETA llegó a ser tan "abrumador" que limitó la participación de los ciudadanos en política, en especial de aquellos adscritos a tesis no nacionalistas.

No es ninguna sorpresa que las opiniones mayoritarias de una sociedad tienden a acallar o a 'arrastrar' a aquellos que piensan distinto. Ya en 1980 la politóloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann bautizó este fenómeno sociológico como 'la espiral del silencio': un mecanismo de adaptación por el que las personas adecúan su comportamiento a las ideas predominantes en su entorno. Algo que, inevitablemente, implica que otros callen o se fundan entre 'la mayoría' por miedo a ser aislados o estigmatizados.

Si añadimos a este cóctel el ingrediente del terrorismo, el resultado es una sociedad atemorizada por expresarse políticamente y participar en la vida pública. Y eso es lo que sucedió en el País Vasco con la irrupción de ETA, según un estudio publicado este jueves por el Centro Memorial de Vitoria y basado en los Euskobarómetros -los 'sondeos del CIS vascos'- de los últimos 22 años. 

El estudio, elaborado por los profesores de Ciencia Política de la UPV, Francisco Llera y Rafael Leonisio y presentado en Bilbao por los directores del Centro Memorial, Florencio Domínguez, y del Euskobarómetro (el propio Llera), es el primero que aporta datos cuantitativos y, por lo tanto, empíricos, sobre el impacto del miedo a la hora de participar en política en Euskadi. Entre las conclusiones del trabajo destaca una: el miedo provocado por la banda terrorista llegó a ser "abrumador", situándose en el 70% en el año 2000, tras la ruptura de la tregua de Lizarra, y afectando de forma más clara a aquellos que se consideraban no nacionalistas.

Un temor que, además, fue "asimétrico": su impacto resultó mucho mayor en las personas que no se adscribían a las tesis nacionalistas. Según Llera, esta sensación perjudicó "indiscutiblemente" al PP y al PSE-EE, tanto en el ámbito electoral como en el de captación de militantes, entre otras cosas por acciones como la quema de Casas del Pueblo socialistas. 

Comparación de la existencia de miedo entre nacionalistas y no nacionalistas.

Los investigadores también han elaborado un conjunto de medias que confirma esta asimetría. Si nos atenemos al período en el que ETA se encontraba activa, aquellos que se encuadraban como nacionalistas sufrían un temor de una media de 2,2 puntos, mientras que en los no nacionalistas este indicador se elevaba en 0,4 puntos. Durante el período de inactividad de ETA, el estudio revela que la 'media del miedo' de los nacionalistas se situó en el 1,8, mientras que los no nacionalistas siguieron asegurando sufrir un mayor temor, en este caso de 2 puntos. 

Basándose en el recuerdo de voto, el informe revela que los votantes de la derecha no nacionalista percibieron el miedo a participar políticamente en hasta 3 puntos, mientras que los electores de la izquierda abertzale lo hicieron en 1,9 puntos. El PSE (2,6), otras formaciones (2,4) y el PNV (2,2) se asentaron entre esos dos extremos.

La estrategia del miedo: ETA y la espiral del silencio en el País Vasco by Vozpopuli on Scribd

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La percepción del miedo también se incrementó en función del sentimiento identitario de los encuestados: mientras que aquellos que se autodenominaban "solo vascos" sufrían la menor carga de miedo -de 2 puntos- los que se encuadraban en las denominaciones "tan vasco como español" o "solo español" se situaban en los 2,5 y los 2,7 puntos respectivamente.

Los datos reflejan, por otra parte, que el temor en la sociedad vasca se incrementaba cada vez que había un atentado -en concreto, la 'escala del miedo' aumentaba un 0,1 cada vez que ETA mataba- y cuando se producían actos de violencia callejera, como los de la 'kale borroka'. 

Para Florencio Domínguez, desde sus inicios ETA tuvo la "intención de amedrentar" a la sociedad. El periodista ha puesto como ejemplo el hecho de que la izquierda abertzale defendiera abierta y explícitamente durante los años 90 la "socialización del sufrimiento", un concepto incluido en la ponencia Ondartzen.

Los datos reflejan que el temor en la sociedad vasca se incrementaba cada vez que había un atentado: en concreto, la 'escala del miedo' aumentaba un 0,1 cada vez que ETA mataba

Para elaborar el estudio, los analistas han tomado 45.000 respuestas a una pregunta planteada en el Euskobarómetro desde 1995: “Se dice que en el País Vasco algunas personas tienen miedo de participar activa o públicamente en la política. ¿Diría ud. que hoy en su entorno más cercano (pueblo, barrio o ciudad), en general, la gente tiene mucho, bastante, poco o ningún temor a participar activa y públicamente en la política?”. Los resultados no incluyen, sin embargo, los 'años de plomo' de ETA, que tuvieron lugar entre 1980 y 1995.

Según ha apuntado Llera, las conclusiones aportadas en el informe no deslegitiman los resultados electorales en la región durante la época de actividad de ETA, pese a que la convivencia no estuviese normalizada y la participación política pudiera haberse enrarecido. 

"Des-nazificar" la sociedad

En el acto de presentación del estudio, Francisco Llera ha querido insistir en que el miedo todavía no ha desaparecido en el País Vasco cinco años después del alto al fuego definitivo de ETA. "No hemos acabado de des-nazificar la sociedad" ha apuntado el sociólogo. "En mi universidad sigue habiendo miedo a expresarse políticamente y solo lo hace un sector", ha comentado, apuntando que "muerto el perro no se acaba la rabia".

Según los resultados del estudio, en la actualidad el miedo a participar políticamente ha descendido hasta el 20% y las diferencias ya no son tan evidentes entre grupos políticos. Sin embargo, el sociólogo ha señalado que fenómenos como el 'voto oculto' a PSE-EE y PP siguen evidenciando que la 'espiral del silencio' sigue vigente en Euskadi. 

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