“Se está poniendo cada vez más enferma”. Así comienza una petición en Change.org sobre el estado de salud de Eugenia Cooney, una joven norteamericana cuya delgadez extrema está levantando revuelo en las redes sociales. Más de 6.000 usuarios han apoyado el cierre de su canal hasta que mejore. Sus seguidores, sin embargo, rozan los 900.000.
Sus detractores piensan que con su imagen influye de manera negativa en muchos de los adolescentes que la siguen en su cuenta de Instagram. Muchas de ellas son jóvenes que corren el riego de tratar de imitarla o que ya padecen la enfermedad de la anorexia nerviosa.
La franja de edad de sus fans está comprendida entre los 12 y los 21 años, precisamente cuando más casos de trastornos alimenticios tienen lugar. “Eugenia está dando un mal ejemplo para sus compañeros de seguidores, fans y amigos”, insisten en la carta publicada en Change.org. Además, añaden que está cada vez más delgada desde que salió de casa de su madre. “En sus últimas fotos, su piel cuelga de la parte interna del codo”, señalan.
Su progenitora parece haber reconocido que Eugenia se niega a comer. La carta termina con diciendo que la petición no es para insultarla, ni menospreciarla, sino para que consiga ayuda. Sin embargo, la influencer responde a sus seguidores y niega que tenga ningún tipo de problema o de trastorno alimenticio.
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