El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska ha rechazado el recurso que las familias de los 62 militares españoles fallecidos en 2003 en el accidente del Yak-42 interpusieron contra su decisión de archivar el caso en el que se investigaban las irregularidades en la contratación de la aeronave. En un auto, el magistrado dice que "limitándose principalmente la divergencia al juicio serio de probabilidad sobre el alcance de la responsabilidad que se deriva del siniestro (...), y no argumentándose criterios materiales en este sentido que puedan determinar a nuestro entender otra conclusión", procede confirmar el archivo.
Grande-Marlaska archivó el pasado 2 de febrero la causa en la que investigaba las supuestas irregularidades en la contratación del Yak-42 que se estrelló en 2003 en Trebisonda (Turquía), al considerar que el siniestro lo provocó la falta de preparación de la tripulación de la aeronave. Al tomar esa decisión, el magistrado desoyó la petición de la Fiscalía y de los familiares de los 62 militares españoles fallecidos el 26 de mayo de 2003, que le pidieron que llevara a juicio por homicidio por imprudencia grave a seis mandos de la cúpula militar del exministro de Defensa Federico Trillo.
El juez, aunque reconocía la gravedad del siniestro, consideró que los seis altos cargos militares imputados no tenían capacidad para haber evitado el accidente con alguna actuación suya, y concluye que en ellos no hay "reponsabilidad penalmente relevante". Basándose en un informe pericial de la Comisión de Investigación, el magistrado sostuvo que "no fueron las circunstancias de mantenimiento de la aeronave las causas, ni directas ni indirectas del siniestro, sino la preparación concreta de la tripulación para maniobrar en el aeropuerto" de las características del de Trebisonda, con una orografía montañosa.
En el auto notificado ahora, en el que confirma el archivo, Marlaska afirma que ha practicado todas las diligencias de investigación que se han considerado pertinentes, pero que ninguna de ellas han arrojado resultados que permitan variar la conclusión a la que había llegado. De hecho, el magistrado ya había acordado en dos ocasiones anteriores, el 1 de junio de 2007 y el 2 de febrero de 2010, el archivo de la causa, aunque posteriormente la sala de lo penal de la Audiencia Nacional le ordenó reabrir el caso. En esta ocasión, el archivo vuelve a ser recurrible en apelación ante esa misma sala.
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