La sextorsión, un tipo de chantaje para sacar dinero a la víctima bajo la amenaza de publicar sus fotos íntimas practicando cibersexo, se está triplicando en cifras, con estrategias cada vez más sofisticadas, advierten los expertos en vísperas del Día Mundial de Internet que se celebra en mayo. El incremento de redes sociales y de dispositivos móviles con sofisticadas cámaras para grabar en cualquier momento y lugar y compartir luego en internet las imágenes están contribuyendo en gran medida a este aumento de casos de ciberacoso sexual.
Sólo en el último semestre "se han triplicado" las notificaciones de afectados por sextorsión, según la organización PantallasAmigas, una entidad sin ánimo de lucro que vela por el buen uso de la tecnología especialmente entre niños y adolescentes, han dicho a EFEfuturo sus responsables. El director de la citada organización, Jorge Flores Fernández, ha asegurado que en los últimos meses, de media, cada día se recibe alguna notificación de algún nuevo afectado por sextorsión, mientras que hace unos meses sólo ocurría de vez en cuando. Ha explicado que sus autores ahora suelen ser bandas más organizadas y preparadas para sacar el máximo dinero a sus víctimas, a las que exigen cantidades de dinero cada vez mayores.
También Carlos Fernández Guerra, del grupo de redes sociales de la Policía Nacional para la detección de amenazas en internet, aunque no ha facilitado cifras, ha asegurado en declaraciones a EFEfuturo, que a raíz de los contenidos de mensajes en internet en los últimos meses, se está detectando un fuerte aumento de mensajes con contenidos vinculados con casos de extorsión sexual en internet.
Cambia el perfil de la víctima
Ha explicado que el perfil de víctima que busca actualmente el criminal ha variado, porque ahora también incluye a usuarios de redes generalistas tipo Facebook, más dispuestos normalmente a pagar a cambio de no ver comprometida su reputación e imagen con fotos íntimas susceptibles de llegar a sus contactos más allegados.
Los usuarios de Facebook están más dispuestos a pagar a cambio de no ver comprometida su reputación e imagen con fotos susceptibles de llegar a sus contactos más allegados
Según los expertos, el contacto con la víctima, normalmente varón de entre 20 y 40 años, aunque también se da el caso de alguna mujer, suele iniciarse por internet, con un correo electrónico remitido por alguna atractiva señorita ligera de ropa, normalmente ficticia, es decir una grabación, que busca granjearse cuidadosamente con sus mensajes y poses seductoras la amistad del que más tarde será chantajeado. La señorita, ya desnuda, repite más frecuentemente sus contactos con el varón al que quiere engañar, y al que finalmente convence para practicar cibersexo frente a la cámara del ordenador mientras que ella hace lo mismo al otro lado de la conexión.
El desenlace final del idilio virtual es que el hombre es objeto de un chantaje, orquestado normalmente por criminales, ubicados en cualquier parte del mundo, que le obligan desde internet a pagar grandes sumas de dinero a cambio de no publicar sus imágenes entre sus contactos. Aunque este tipo de extorsión en internet lleva un tiempo funcionando a nivel mundial, en los últimos meses se ha hecho más sofisticada, con un fuerte incremento del número de afectados, al menos en España, coinciden los expertos.
Según sus datos, los criminales preparan con alevosía sus tropelías y buscan a sus presas en redes sociales más generalistas, mientras en el pasado solían ser usuarios de plataformas en internet vinculadas al intercambio de contenidos más íntimos, como ChatRoulette, una red de contactos para conocer aleatoriamente a gente de todo el mundo a la que se ve en vídeo. Ahora cualquiera puede ser punto de mira del criminal de la ciberextorsion, que no busca ya sólo un perfil de hombre vinculado a contenidos "picantes" en redes sociales, sino un mayor nivel socioeconómico para sacarle más dinero, según el responsable de Pantallas Amigas.
El pago al autor de la extorsión no suele solucionar normalmente el problema porque el chantajista repite con nuevas reclamaciones de dinero
Los delincuentes recurren a técnicas de "ingeniería social", para conocer mejor a sus víctimas a la hora de seducirlas, con procedimientos previamente muy estudiados para granjearse su amistad a la hora de obtener el visto bueno para entrar en sus redes sociales. El pago al autor de la extorsión no suele solucionar normalmente el problema porque el chantajista repite con nuevas reclamaciones de dinero, según los expertos.
La recomendación una vez chantajeado es borrar todos los perfiles de usuario en internet y guardar todas aquellas pruebas posibles para demostrar el chantaje ante la Policía a la hora de denunciar el caso. Otro consejo antes de acceder a cualquier nueva red social o internet si uno está dispuesto a desnudarse sería protegerse al máximo, como en la vida misma, y navegar por ejemplo con una identidad distinta a la real, puntualiza el responsable de PantallasAmigas.
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