Sociedad

Todos se desmarcan del asesino de Bilbao: "Ni es maestro shaolín ni es monje"

Shaolin Temple Spain ha afirmado que Juan Carlos Aguilar Gómez, el hombre detenido por golpear brutalmente a una mujer hasta dejarla en coma y que ha confesado ante la Ertzaintza que la pasada semana mató a otra mujer, no es maestro shaolín y ni siquiera es monje. La mujer agredida, Ada Ortuya, de 29 años, natural de Nigeria y que llevaba varios años residiendo en España, donde ejercía la prostitución, ha fallecido en el hospital de Basurto.

Shaolin Temple Spain, el único centro en España reconocido por el Templo de Shaolin de China, ha afirmado que Juan Carlos Aguilar Gómez, el hombre detenido por golpear brutalmente a una mujer hasta dejarla en coma y que ha confesado ante la Ertzaintza que la pasada semana mató a otra mujer, no es maestro shaolín y ni siquiera es monje.

La mujer agredida, Ada Ortuya, de 29 años, natural de Nigeria y que llevaba varios años residiendo en España, donde ejercía la prostitución, ha fallecido en el hospital de Basurto, donde llevaba dos días ingresada.

Shi Fu Carlos Álvarez, maestro y representante de Shaolin Temple Spain, ha asegurado en un comunicado remitido a Europa Press que Aguilar, que en vídeos y entrevistas se describía como un monje shaolín, "ni es monje ni maestro shaolín" y además "carece de todos los requisitos imprescindibles para serlo".

"Desgraciadamente, muchos certificados chinos son obtenidos de forma irregular. Hoy en día, hay muchos maestrillos que por haber ido a China y hacerse fotos con monjes o contratar a monjes para que den cursos en sus escuelas ya dicen ser maestros o discípulos de alguien", ha señalado.

Otros, ha continuado, compran sus títulos "en cualquier escuela" de China o en España, "en cualquier federación de artes marciales", o "simplemente se visten con ropa shaolín y se hacen llamar así porque tal vez Shaolín venda mejor que el nombre extraño que tenga su kung fu".

Los Federación de Kárate también se desmarca

Por eso, Álvarez ha insistido en la importancia de "reconocer a un verdadero maestro" no solo por su atuendo, por lo que dice ser o por los certificados y fotos que tiene en su escuela, recordando que los auténticos títulos Shaolin solo los entregan los maestros en el templo y en China, no en federaciones o asociaciones españolas.

"Me duele mucho ver un acto como este y que se vea implicado el nombre de un arte tan milenario como el Shaolin", ha manifestado el maestro, que ha expresado su deseo de que la mujer agredida se recupere, que se esclarezcan los hechos y que "la Justicia actúe de forma implacable".

Shi Fu Carlos Álvarez, maestro y representante de Shaolin Temple Spain: "Aguilar, ni es monje ni es maestro shaolín"

Por su parte, la Federación Española de Kárate ha enviado una circular a todas sus delegaciones advirtiendo de que Aguilar nunca ha estado federado, ni asociado, ni ha ganado campeonato de España alguno de kung-fu. Gente que ha combatido contra él en algunos torneos lo califica como “bueno técnicamente, pero no un gran combatiente”. Otros expertos le describen más como un “acróbata” que un “monje.

Además, se ha sabido que desde hace dos años, Juan Carlos Aguilar estaba en tratamiento médico por un tumor cerebral que le fue detectado. El maestro shaolín era tratado de su dolencia en un centro de Nafarroa. Pero hay que tener en cuenta que los tumores cerebrales no pueden convertir a una persona en un asesino o en un torturador, a pesar de que provoquen trastornos agresivos que, no obstante, son siempre impulsivos y "nunca" predeterminados, según ha asegurado a Europa Press el neurólogo del Hospital USP San Camilo de Madrid, Antonio Yusta.

En este sentido, Yusta ha explicado que dependiendo de dónde se localice el tumor los trastornos de conducta varían. Por ejemplo, si está localizado en la corteza fronto orbitraria, el paciente puede ser más inhibido o, por el contrario, tener una conducta muy detenida.

En el caso en el que este tumor se localice en el lóbulo temporal sí pueden puede provocar, "aunque es muy raro", trastornos más agresivos pero nunca hasta el punto de planificar un asesinato. "Cuando se llega hasta este límite es que la persona ya era rara y ya tenía una patología de base", ha zanjado el neurólogo.

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