"Estoy en la ruina y quiero que mi familia me explique por qué tengo tantas deudas. Hacienda y Luxemburgo me reclaman cantidades que no puedo pagar". Éstas son las duras palabras que ha pronunciado Arantxa Sánchez Vicario ante el juez. La extenista se ha expresado así en su comparecencia ante el juez este viernes, como ha tenido acceso el diario El País. Una declaración que se encuentra dentro de la batalla judicial de la deportista contra su familia.
Los problemas judiciales comenzaron en noviembre de 2012 cuando Arantxa demandó a su padre Emilio, a su hermano Javier-José y las dos personas de "confianza" que gestionaban sus cuentas, el abogado Bonaventura Castellanos y el gestor Francisco de Paula, después asegurar que habían cometido cuatro delitos: apropiación indebida, administración fraudulenta, deslealtad profesional y falsedad.
Un enfrentamiento de 45 millones de euros por los que el juez le ha preguntado por qué no se hizo cargo de sus cuentas cuando fue mayor de edad. Arantxa ha asegurado que "tenía plena confianza en ellos", y que estaba centrada en su carrera deportiva.
Una batalla judicial en la que el padre de Arantxa no podrá declarar debido a su enfermedad, un alzheimer en estado avanzado. La familia Sánchez Vicario continúa con su particular guerra que promete volver a llevarles a declarar ante el juez.
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