El próximo mes de febrero abrirá sus puertas el 69º piso mirador del Shard, la torre de negocios más alta de Europa occidental. Los visitantes que lo deseen podrán disfrutar de las excepcionales vistas de la ciudad de Londres al precio de 25 libras, según publica el rotativo The Guardian. Además, y para una emoción extra, se podrá acceder en la planta 72 a la plataforma al aire libre.
Sin embargo, la construcción no ha estado exenta de polémica. En plena crisis de valores del sector financiero británico causada por el caso Barclays, la City de Londres daba una muestra de su poderío al inaugurar Shard, la torre más alta de la UE. Su afilada figura en forma de pirámide ha transformado el paisaje de Londres y sus 310 de metros han convertido a esta torre, que se inauguraba este verano, a tiempo para los JJOO, entre la admiración y las críticas, en el edificio más alto de la Unión Europea. La imponente figura del rascacielos acristalado, construido en la orilla sur del Támesis y junto al puente de Londres, ha sido diseñada por el arquitecto italiano Renzo Piano, que lo visualiza como "un velero que sale del río".
El edificio de 87 pisos alberga oficinas, viviendas de lujo, un hotel de cinco estrellas, restaurantes y el espectacular mirador desde el que se podrá admirar desde el 1 de febrero la extensa capital británica de punta a punta.
El Shard, que es propiedad del Estado de Qatar y del grupo inmobiliario Sellar Property Group, está formado por una estructura de acero cubierta por un total de 11.000 paneles de cristal. Cuando Renzo Piano, responsable también de la sede del periódico The New York Times en Nueva York (EEUU) y el aeropuerto Kansai de Osaka (Japón), presentó el proyecto lo llamó "shard of glass" (un pedazo de cristal) y desde entonces la torre adoptó el nombre de Shard.
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