No es que me sienta Günter Wallraf, aquel periodista alemán que con identidad ficticia se infiltraba en aquellos lugares que pretendía investigar y luego relataba de primera mano sus experiencias. Cómo no mencionar su Cabeza de turco, donde narra las penurias laborales tras hacerse pasar por un inmigrante turco. Queda frívolo compararse, pero me apetecía probar esa primera persona del periodismo. Aunque el material elegido es amable y en teoría divertido. Se trataba también de aprovechar, de experimentar, de conocer. Y aquí entra mi recién estrenado móvil.
La tecnología puede marcar nuestra rutina pero también nuestro destino. Hay un antes y un después en mi vida gracias al regalo de un nuevo Smartphone. He pasado de no poder descargarme la aplicación para pagar en zona azul o verde de aparcamiento a disponer de un pequeño ordenador. Y he decidido curiosear en las aplicaciones para ligar, una aventura controlada marca de los nuevos tiempos.
Tenía esa tarde en cuestión apalabrada mi presencia en la Feria del Libro de Madrid. Iba a acompañar a un amigo al que le correspondía firmar ejemplares en la caseta de su editorial. Me habían hablado de una aplicación, Happn, que te muestra aquellas personas (del sexo de tu elección) con las que te cruzas físicamente. Obviamente sólo relaciona a los que tengan descargada esa app. No hay que rastrear en busca de perfiles. La app te conecta con quien te encuentres en el transporte público, en la zona del trabajo o cerca del domicilio.
La Feria del Libro reúne a los románticos que todavía creen en la literatura en soporte papel
Es la Feria de libro un locus amoenus de la nostalgia, la Arcadia de los que todavía aman el papel, un paraíso artificial donde abundan los personajes que algunos denominan gafapastas. No localicé vigoréxicos. Tenía la firme convicción de que para seducir en vivo y en directo había que emular a Cyrano de Bergerac.
Así que me encomendé a Happn. Prueba y error… la experiencia es la madre de la ciencia. Nena, 34; Susana, 31; Noelia, 38; Adriana, 27; Milagros, 30; Sandra, 26; Jane, 39; Ana, 41; Pilar, 58; Guadalupe, 51; Ana, 27; Lena, 42; Mercedes, 47; María Jesús, 53; Silvia, 29; Maribel, 30; Rebecca, 33; Vanessa, 32; Gloria, 55; Elena, 30; Belén, 38; Maribel, 29; Yolanda, 47; Esmeralda, 32; Cristina, 46… Hay una que dice que quiere ir al cine. Pero ninguna me responde.
La app registra los perfiles de los usuarios (usuarias en este caso) con quienes te cruzas y el lugar del encuentro. Para aspirar a algo más que a fichar hay que darle a like. Si la otra no le da a su vez a like no habrá conversación. Y eso fue lo que sucedió. He ligado el doble que el año pasado. En 2015, nada. En 2016, nada de nada.
Mejor Lovoo que Happn para intentar ligar en la Feria del Libro
En fútbol, algunos entrenadores tienden a culpar de los malos resultados al árbitro, al estado del terreno o a la mala suerte. No voy a ser menos. ¿Tal vez elegí mal la aplicación apropiada? Aconsejado por expertos en estas lides he ido conociendo en los últimos tiempos otras herramientas que favorecen el ligue. Personalmente no le saco provecho a Tinder. Prefiero Lovoo. Y quizá era la app que tenía que haber usado en la Feria del Libro.
Gracias al GPS hubiera situado en el radio de acción las chicas que usan la misma aplicación. Un mapa de conquista. La cartografía del “a lo mejor”. ¿Ligar en la Feria del Libro? Sí, se puede. Pero a mí no me salió.
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