Era el personal más numeroso, 63 personas, muy por encima de los vigilantes (40) de Seguridad y de los agentes de la propia Policía Municipal (18). Y, sin embargo, sus funciones durante la macrofiesta en el Madrid Arena la noche en la que una avalancha acabó con la vida de cuatro jóvenes y dejó gravemente herida a una quinta, fue simplemente "auxiliar". Así lo ha asegurado este miércoles en su declaración Carlos Manzanares Rodríguez, propietario de la empresaque supuestamente se dedicó aquella noche al control de los accesos al recinto, Kontrol 34. Manzanares ha asegurado al juez que el trabajo de sus hombres no incluían ni el registro de las mochilas y bolsos de los asistentes, ni tan siquiera la revisión de sus DNI para comprobar que eran mayores de edad. "Controlaban que nadie pasase a la zona de camerinos y la zona VIP", aseguró.
La declaración del dueño de la empresa contradice la documentación aportada por el Ayuntamiento sobre la función de los 'controladores'
La declaración del propietario de Kontrol 34 contradice abiertamente la documentación aportada por el Ayuntamiento de la capital, en el que se refleja que la empresa había sido contratada para el control de accesos y el aforo de la fiesta. Incluso, se reflejaba que iban a ser 75 trabajadores, cuando finalmente sólo fueron 63, según confirmó ayer Manzanares. Éste, que continúa imputado aunque el instructor de la causa le ha dejado en libertad sin ninguna medida de control, entregó ayer en el juzgado un contrato firmado por su empresa y la organizadora de la macrofiesta, Diviertt, en la que la primera simplemente se limitaba a facilitar a la segunda un listado de personas para que ésta los contratase. En dicho contrato, según destacó el letrado del imputado, se reflejaba que el propio Manzanares debía estar presente durante el desarrollo de la fiesta para comprobar que los trabajadores que él había facilitado cumplía correctamente sus funciones. "Todos tenían el título de controladores de acceso porque lo pidió Diviertt, pero no ejercieron esa función", recalcó su letrado a la salida de los juzgados.
"Exhibirles" los tickets
El dueño de Kontrol 34 detalló que de los 63 personas sólo media docena se apostó en las puertas de acceso. Además, insistió, su misión allí no eran comprobar las entradas. Los asistentes, únicamente, debían "exhibirles" los tickets ya que eran los empleados de otra empresa, Dato, los que debían certificar la validez de los mismos. El resto del equipo, que vestían llamativos chalecos amarillos, se distribuyó por el interior del recinto con chalecos con misiones más bien humildes: hacerse cargo del guardarropa y evitar que nadie se colase al backstage (zona de camerinos) y en la zona VIP. Manzanares negó rotundamente que entre sus funciones estuviera distribuir a los asistentes entre las tres zonas del pabellón para evitar que la gente se agolpara en la pista central, como finalmente ocurrió.
El propietario de la empresa también ha reconocido que por lo que pudo ver "parecía que había exceso de aforo" en el Madrid Arena aquella noche, a la vez que ha insistido una y otra vez que ni él ni las 63 personas facilitadas por Kontrol 34 eran los responsables de la seguridad ni exterior ni interior. En este sentido, ha insistido que esa labor era de Seguriber, la empresa de vigilantes contratada por Madrid Espacio y Congresos, empresa municipal de la que depende el Madrid Arena.
Al término de su declaración, los abogados que representan a las familias de las cuatro víctimas mortales anunciaron que se reunirán a lo largo de este miércoles para estudiar si, a la vista de las declaraciones que obran ya en el sumario, piden al juez que impute a más responsables del Ayuntamiento de Madrid. En concreto, al concejal de Seguridad y Movilidad,Antonio de Guindos; el máximo responsable de la Policía Municipal, Emilio Monteagudo, y algún responsable más de MADRIDEC, cuya presidente, el concejal Pedro Calvo, ya está imputado.
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