Cámaras en la calle, en los autobuses de la EMT, fotos de miles de placas de matrícula, smartphones, caballos, patrullas, controles telefónicos, charlas a los vecinos… Los gobernantes y la policía ya no saben qué hacer para frenar al pederasta de Ciudad Lineal. En principio, se le atribuyen tres ataques a niñas en los últimos tres meses. El resto no son considerados aún obra de este maniaco sexual.
La policía no cree que los casos de Coslada y San Fernando, que no fueron consumados por la huída de las niñas, sean obra del pederasta de Ciudad Lineal. Parece más bien de algún imitador que huye cuando las niñas le dicen que no se quieren ir con él.
El juzgado que tramita el asunto declaró esta semana secreto de sumario todo lo relacionado con el caso. Hay un profundo malestar por el hecho de que se hayan filtrado a la prensa datos de lo que el pederasta ha hecho a las niñas. “Los derechos de las menores deben estar por encima de todo y no debían haber transcendido algunos detalles de los abusos”, señalan personas relacionadas con los juzgados.
En medios policiales tampoco se entiende la retransmisión, e incluso la competencia, que se ha producido entre las diversas administraciones. La Delegación del Gobierno declaró la máxima prioridad y de forma paralela la Comunidad de Madrid puso a su disposición el teléfono 112 para hacer denuncias (hay 30), mientras el Ayuntamiento informaba de que los agentes estaban probando un sistema de comunicación por smart phone en el distrito de Ciudad Lineal.
“Hay mucha gente hablando y en algunas ocasiones sin mucho sentido, se le han dado muchas pistas al delincuente y se han olvidado de las menores”, añadía un policía.
Fuentes policiales indicaron que hay preocupación por la falta de pruebas y les llama la atención la forma de actuar del delincuente. No hay constancia de que haya huellas ni ADN. Consideran que tienen que hacer las cosas muy bien para que cuando le detengan las pruebas le incriminen y no pueda librarse del peso de la Justicia.
En algunos momentos se llegó a pensar que el sujeto pudiera tener alguna relación con las fuerzas de seguridad, ya que se considera que toma precauciones impropias de un delincuente normal. Actúa de manera que no deja rastros en sus secuestros.
La policía ha investigado incluso el producto que les ha dado a las niñas para anestesiarlas y busca la farmacia que haya podido dispensar la medicina que deja dormidas a las víctimas. El Jefe Superior de Policía está coordinando el trabajo de todas las fuerzas de Seguridad: policía nacional, municipal y Guardia Civil con el fin de detener cuanto antes al delincuente.
Empieza el colegio
Otro de los frentes que se abre en la actualidad es el de la vigilancia a la salida de los colegios. En dos semanas se inician las clases en los centros y algunos ayuntamientos, como el de Coslada, ya han anunciado que pondrán medidas de protección en colaboración con los policía local.
Igual pasará en la zona de Ciudad Lineal, donde se han intensificado en las últimas semanas las patrullas policiales de paisano, con uniforme y a caballo. Los parques también serán vigilados, y se mantendrá la atención para que no se formen batidas ciudadanas, uno de los temores de las autoridades.
La policía ha utilizado hasta ahora todo tipo de modos para localizar al agresor: los tradicionales y los tecnológicos. Uno de los sistemas que se especula que se ha utilizado es una variación del Sitel, que permite la localización de los teléfonos móviles. Se habría intentado localizar los números de teléfono que han estado en las zonas durante los minutos en los que se han producido los secuestros de las niñas.
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