Sociedad

La joven condenada a cárcel por comprar pañales con una tarjeta ajena queda libre por "fallo técnico"

Emilia Soria fue condenada a un año y 10 meses de prisión por un delito de falsedad en documento mercantil y a otros seis meses de prisión por estafa por gastarse 193 euros en comida y pañales para sus hijas menores de edad. 

Emilia Soria, la joven que gastó 193 euros en comida y pañales para sus tres hijos de una tarjeta de crédito que encontró en el suelo, no ingresará en prisión. Su abogado, Jorge Albertini, ha logrado que el Ministerio de Justicia suprima la pena por un fallo técnico.

"El juzgado de ejecución penal número 13 de Valencia ha tenido a bien acordar que quede suspendida la pena. A efectos legales, esa suspensión quiere decir que ella no ingresa en prisión, no debe abonar ningún tipo de multa ni hacer trabajos en beneficio a la comunidad. Es una resolución firme y no hay vuelta atrás” ha explicado a Telecinco Albertini, el letrado que se ofreció a representar a Soria de manera gratuita tras conocer su caso en la televisión.

Asimismo, el abogado ha criticado al ministro Gallardón y al resto de políticos por dejar “en situación de orfandad jurídica a Emilia”. Por su parte, la joven madre ha agradecido el apoyo recibido desde que su historia saltó a los medios.

“Muchas gracias a Jorge y a todos los españoles que me han apoyado".

Emilia fue condenada a un año y 10 meses de prisión por un delito de falsedad en documento mercantil y a otros seis meses de prisión por estafa. Según su abogado, Emilia reunía los requisitos necesarios para que no tuviera que entrar en prisión puesto que la pena impuesta no superaba los dos años, no tenía antecedentes penales y no existe "habitualidad".

El peso de la ley

En declaraciones recientes a la agencia EFE, Emilia Soria confesaba su incredulidad ante el sistema judicial español.

“No entiendo por qué tengo que pagar con la cárcel la compra de pañales para mis hijas con una tarjeta ajena, cuando en la prensa se habla de corruptos que roban impunemente millones de euros o se indulta a conductores kamikazes”, reflexionaba. "En este país, o das un palo de millones de euros" o si robas poco "te cae todo el peso de la ley".

Desde aquel fatídico día en el que utilizó una tarjeta ajena han pasado ya cinco años. Emilia ha rehecho su vida, se ha casado y tiene una hija más (cuando ocurrieron los hechos tenía 2). Ahora echa la vista atrás, recuerda lo que hizo y reconoce que le llevó "la necesidad" porque "no sabía el tiempo que tardaría en volver a tener dinero para llenar la nevera".

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