Sociedad

Con medio siglo de vida, la píldora sigue gozando de buena salud

La venta de píldoras postcoitales genera un volumen de negocio muy goloso para las grandes farmacéuticas, ya que ha dejado 42 millones de ingresos desde la implantación de su posible venta sin receta, en 2009. Eso sí, el debate científico sobre su efecto abortivo sigue abierto para muchos.

  • Levonorgestrel a la venta como anticonceptivo de urgencia

671.439: es el número de unidades de la 'píldora del día después' vendidas en España en 2014. El consumo del fármaco se ha duplicado en cinco años, desde que en 2009 el Gobierno socialista de Zapatero liberalizara su venta; esto es, que se pudiera adquirir sin necesidad de receta médica.

Pero el auténtico 'boom' del consumo de anticonceptivos tuvo lugar hace cincuenta años. Entre el 18 de agosto de 1960, cuando la norteamericana Food and Drugs Association aprobó la 'píldora tradicional' como método para evitar embarazos, y el verano de 1965, más de seis millones de mujeres empezaron a consumirla habitualmente en Estados Unidos. Y las cifras aumentaron cada año.

La diferencia es que la píldora tradicional se toma a diario, y la postcoital, como también se la conoce, solo tras mantener relaciones sexuales. Ésta ha desbancado los métodos anticonceptivos tradicionales. Su eficacia la avala: consigue su objetivo en el 85% de los casos.

Sanger, el doctor Salmean y las farmacéuticas

Para redactar la Ley de Salud Sexual y Reproductiva, la entonces ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, encargó a un grupo de sabios su asesoramiento. En los años cincuenta, la activa feminista Margaret Sanger, quien afirmaba "lo más misericordioso que una familia numerosa puede hacer por uno de sus miembros más pequeños es matarlo", impulsó y financió la investigación sobre los métodos anticonceptivos y el aborto. Ella misma acuñó el término 'control de natalidad' y fundó una clínica en Brooklyn, germen de la actual Planned Parenthood, el principal grupo de empresas del sector en Estados Unidos.

Margaret Sanger: "Lo más misericordioso que una familia puede hacer por uno de sus miembros más pequeños es matarlo"

Entre los expertos a quienes Jiménez confió la redacción de la ley, se encontraba el ginecólogo Javier Martínez Salmeanentonces Jefe Ginecología del Hospital Severo Ochoa y miembro del Equipo Daphne, un grupo de presión vinculado a la Sociedad Española de Contracepción, de la que también es miembro el doctor Salmean. Daphne fue creado en 1996 por la farmacéutica Bayer Schering, una de las empresas comercializadoras de la píldora del día después, bajo el nombre de Postinor. Según datos de la consultora IMS Health, que registra datos farmacéuticos y de sanidad de todo el mundo, los ingresos por ventas de estos comprimidos en 2014 fueron de 8,1 millones de euros en España. 

Caídas y repuntes

Sin embargo, en estos cinco años de dispensación de la píldora sin receta, no todo han sido escaladas de crecimiento. En 2009, el fármaco dejó en el sector 4,6 millones de euros ingresados. Al año siguiente, con la ley en vigor, la cifra se duplicó y las ventas aumentaron un 83%. Tras alcanzar los 8,9 millones de euros en 2011, los comprimidos experimentaron una caída comercial en 2012, tanto en dinero (500.000 euros menos) como en ventas (un 5%). La tendencia continuó en 2013, con 20.000 pastillas menos dispensadas y 300.000 euros menos en las arcas de los laboratorios.

Pese a que estos datos no dañan la buena salud de la píldora, es evidente que ha habido un freno y descenso en su difusión. Farmacéuticos a pie de calle opinan que puede deberse a los efectos secundarios que trae consigo: el levonorgestrel, principal componente de la píldora, o bien evita la ovulación y por tanto la concepción, o bien dificultan la implantación del embrión, si el óvulo ha fecundado. Según estos farmacéuticos, la mayoría de las mujeres que toman la píldora lo hacen con este segundo fin, abortivo.

En 2009, el fármaco dejó en el sector 4,6 millones de euros ingresados. Al año siguiente, con la ley en vigor, la cifra se duplicó y las ventas aumentaron un 83%

La cantidad de levonorgestrel es mil veces superior a la de la píldora tradicional: por eso la postcoital es tan eficaz, pero también es la razón de que tenga reacciones adversas, tanto en el aparato circulatorio, como digestivas, neurológicas, del aparato reproductor y dermatológicas, algo que dejan claro los prospectos. Esto puede disuadir a las mujeres que la consumen y a plantearse un cambio de método para no ser el miembro de la pareja que sufre estos efectos tras mantener relaciones sexuales, mientras que en el hombre las reacciones posteriores son inexistentes.

Objeción de conciencia

La peculiaridad de la píldora del día después es la polémica que levanta a su paso. Y esto a causa de su mecanismo de acción: si el óvulo finalmente ha fecundado, el fármaco dificulta la implantación en el útero de la mujer e impide que se desarrolle. Por eso se habla de su efecto abortivo, en el que la comunidad científica no consigue ponerse de acuerdo. Porque, si el óvulo fecundado no ha llegado a anidar, ¿cómo se sabe si era viable o no, si acabaría desarrollándose, como feto primero, y nacería después, o si no lo haría?

Luis Melgarejo es el farmacéutico que ha logrado la sentencia a su favor del Tribunal Constitucional sobre este asunto. El sevillano explicó ante el Tribunal su condición de objetor de conciencia cuando la Junta de Andalucía le multó con 3.000 euros por no disponer ni de píldoras postcoitales ni de preservativos en su botica. Alegó que no puede vender este anticonceptivo por la posible muerte que puede causar del embrión.

La decisión judical ha puesto en la brecha el debate en España, no cerrado aún, sobre los efectos abortivos de la píldora.

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