Tras casi 27 años en la Organización Nacional de Trasplantes, su director, Rafael Matesanz, anuncia su retirada con la llegada del próximo Gobierno, porque "ya son muchos años, las cosas van bien y los deberes están hechos". Matesanz, que reconoce que lo venía meditando desde hace tiempo, informaba tras las vacaciones de Semana Santa al ministro de Sanidad en funciones, Alfonso Alonso, así como a los consejeros de las comunidades autónomas, su decisión de jubilarse para dedicarse a su familia.
"Lo más adecuado era hacerlo justo con el cambio de Gobierno, si uno empieza una legislatura se supone que tiene que estar en condiciones de acabarla. Y la verdad no me veo con ánimos suficientes de estar 4 años mas; 67 años son muchos años y este es un puesto de estar en primera fila con bastante presión", explica en una entrevista a Europa Press.
En cuanto al futuro, tiene claro que se va a dedicar a descansar y a la familia, "y a hacer cosas que no he podido hacer este tiempo porque, aunque este mundo es muy bonito, es tremendamente duro". "Son muchos frentes abiertos y, quieras que no, a medida que pasan los años van pesando", y afirma con humor que "todo lo que dura demasiado termina siendo una tragedia".
"Lo más adecuado era hacerlo justo con el cambio de Gobierno, si uno empieza una legislatura se supone que tiene que estar en condiciones de acabarla", ha asegurado
Aunque, lo cierto es que su paso por la ONT está plagado de éxitos: récord mundial de trasplantes (13 trasplantes al día) y de donantes (41 donantes por millón); en estos años se han realizado más de 62.000 trasplantes renales; 15.000 los profesionales formados en trasplantes durante los últimos 25 años; España lleva 24 años de líder en materia de trasplantes y, entre otros, una gran labor de sensibilización y comunicación que ha conseguido asentarse en la población.
La sucesión, "que no se politice"
"En estos momentos no tenemos grandes deberes por hacer, está todo el trabajo muy consolidado y creo que es el momento. Se trata de salir cuando las cosas van bien y los deberes están hechos y, en consecuencia, dejamos al que venga un panorama muy despejado", ha añadido. De cara a un posible sucesor, Matesanz cree que debe ser alguien de que forme parte del sistema tejido dentro de la ONT. "No puede venir alguien que no tenga claro que es esto", advierte. Por tanto, el perfil del futuro sucesor debe ser técnico y conocedor del trabajo pasado, presente y futuro de la organización.
"Este es un traje a medida, nadie que venga de fuera lo puede aprender en dos días, además sería un riesgo importante", señala reconociendo que sería prudente que su sucesor sean alguien que conoce el sistema porque trabaja en él, independientemente de si trabaja en la sede centrar o forma parte la organización periférica. Respecto al futuro y los posibles cambios que conllevará su jubilación, Matesanz sólo verbaliza un deseo: "la ONT no se politilice". "Es un ruego, por encima de cualquier otro, porque podría ser el final de la ONT", advierte.
En estos años, recuerda, "hemos conseguido que el español sea el ciudadano del mundo que más posibilidades tiene de conseguir un trasplante en el mundo, sin discriminación positiva ni positiva; o que nunca haya habido nada que vaya en contra de los valores de altruismo e igualdad que rige la ONT; y que para la mayoría de los españoles su sistema de trasplante sea motivo de orgullo. Echando la vista atrás estos son valores muy importantes".
Matesanz fue el creador y fundador de la ONT, en septiembre de 1989, en un momento en el que la mayor parte de los enfermos no tenían acceso al trasplante. En 1992, sólo tres años después, España ya se situaba a la cabeza mundial de los trasplantes, liderazgo que viene manteniendo de forma ininterrumpida. "Ha sido más de la mitad de mi vida profesional dedicado a los trasplantes, se ha llevado gran parte de mi vida, se puede decir que ha sido la gran obra de mi vida", concluye.
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