El príncipe Eduardo, hijo de la reina de Inglaterra y conde de Wessex, ha sido fotografiado recientemente disparando una escopeta sorprendentemente por encima de la cabeza de su hijo, en lo que supondría una flagrante violación de las normas básicas de seguridad cuando se utiliza un arma de fuego. En las imágenes, que publica el Daily Mail, se ve cómo el hermano del príncipe Carlos coge la escopeta, apunta y parece disparar por encima de la cabeza del pequeño James, de seis años de edad, en lugar de situar previamente al menor por detrás de él.
Los hechos se produjeron cuando Eduardo tratabar de cazar un faisán en la finca real de Sandringham, en Norfolk, el sábado por la mañana. Según un testigo citado por el periódico británico, el hijo de Isabel II movió el arma en sus manos de izquierda a derecha cuando vio que el ave salía desde un campo de maíz anexo.
El Palacio de Buckingham argumentó que la "perpectiva de las imágenes es engañosa" y negó que "en ningún momento" el niño estuviera "directamente enfrente" del conde de Wessex. "Como siempre en las prácticas deportivas que se realizan en la finca, se han cumplido los máximos estándares de seguridad. Cualquier sugerencia de que el conde estaría arriesgando de algún modo la seguridad de su hijo es simplemente falso".
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