Los tiempos han cambiado y el origen del dinero también. Atrás quedan aquellos años en los que el ex alcalde Jesús Gil pregonaba que no importaba de dónde venía el capital, porque lo importante era que llegara a Marbella. Eso provocó el efecto llamada del dinero de dudosa procedencia, listo para ser blanqueado en el ladrillo. Ahora todo es diferente. Hoy, con el sector inmobiliario en plena crisis, la Costa del Sol y especialmente Marbella aspira a atraer a los inversores rusos que apuestan por una segunda residencia en el litoral malagueño, pero analizando con lupa de dónde vienen los fondos, dados los férreos controles del Banco de España y especialmente del Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales (Sepblac).
Durante tres días el lujoso hotel Villapadierna, el mismo donde se alojó Michelle Obama, ha acogido el Marbella Russian Meeting. Se trata de un evento auspiciado por Enrique Lacalle, desde Barcelona Meeting Point, para dar salida a un stock de viviendas que superan las 10.000 unidades. Están ubicadas en el llamado ‘Triángulo de Oro’, como así se empieza a conocer a la zona comprendida entre Marbella, Benahavís y Estepona. La cifra de viviendas vacías, en su mayoría en manos de los bancos, se amplía hasta las 40.000 en toda la provincia de Málaga, según la cifra dada a conocer por el presidente de la Diputación provincial, Elías Bendodo.
'Chollos' en stock
El presidente de la Federación de Urbanizadores de Turismo Residencial, Ricardo Arranz- persona que acuñó el término ‘Triángulo de Oro’- detalla que Marbella tiene unas 4.000 viviendas de lujo disponibles, Estepona otras 4.000 y el municipio de Benahavís 2.000. Arranz tiene claro “con todos los respetos”-acota- que no se puede comparar la marca turística que representan los tres citados municipios, a la hora de vender lujo, con el resto de la Costa del Sol.
“La marca Costa del Sol no es una marca homogénea como puede ser la Costa Azul, Cannes Monte Carlo o Saint Tropez. No tiene nada que ver Torremolinos, siendo una gran marca, con Marbella”, pregona el conocido promotor. Entre los ‘chollos’ en stock, en manos de los bancos, de los que habla el también propietario del hotel Villapadierna hay apartamentos de entre 600.000 y 1 millón de euros. Todos tienen hasta un 50% de descuento, “con el 100% de financiación” bancaria. En el otro extremo casas de 3 a 10 millones de euros, donde no hay rebajas.
La apretada agenda del Russian Meeting Point ha incluido también mesas redondas sobre cómo prevenir el blanqueo de capitales. En ellas han participado notarios, abogados y asesores fiscales. Un fedatario público ponía un ejemplo muy ilustrativo: “Si Putin se compra una casa en Marbella a nadie le sorprendería, pero si empieza a adquirir solares llamaría mucho la atención”. Desde hace meses son insistentes las informaciones, más bien rumores, que apuntan al interés del mandatario ruso por establecer una segunda residencia en la localidad malagueña. Esta circunstancia actúa como efecto llamada de sus compatriotas de alto poder adquisitivo.
Enrique Lacalle se ha mostrado muy satisfecho con el desarrollo del evento celebrado en el Villapadierna. El empresario catalán asegura que ha habido un volumen de negocio “en torno a los 200 millones de euros”, avanza tras las operaciones inmobiliarias desarrolladas entre las 42 empresas expositoras, además de bancos, y los 150 inversores y agentes de la propiedad rusos.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación