Nada parecía indicar durante su primera juventud que el terrorista Salah Abdeslam fuera a radicalizarse hasta el punto de convertirse con tan solo 26 años en el 'cerebro' de los atentados del 13N en París. Creció en el seno de una familia de origen marroquí que, al parecer, no daba especial importancia a la religión. Tal vez fueron las malas compañías que encontró en prisión -donde pasó un periodo por hurto y tráfico de drogas- las que le llevaron a entrar en contacto con miembros del Estado Islámico y terminar refugiándose en el fanatismo religioso junto a su hermano.
Se ha incluido un apartado específico en todos los cursos para que los alumnos sean capaces de "predecir, detectar y prevenir la violencia terrorista"
Pero muchos de los yihadistas que ahora atacan al corazón de la UE no provienen de fuera de las fronteras comunitarias, sino que han crecido y se han educado dentro de las sociedades a las que agreden de forma tan cruenta. La escuela y el sistema educativo parecen factores clave a la hora de lograr un mayor grado de integración para frenar los procesos de radicalización de los jóvenes. En 2014, el Ministerio dirigido por José Ignacio Wert (PP) introdujo en el currículo escolar la asignatura de Religión Islámica y, dos años después, la Comisión Islámica de España (CIE) ha actualizado los contenidos de dicha materia, que incluirá un apartado específico en todos los cursos para que los alumnos sean capaces de "predecir, detectar y prevenir la violencia terrorista". A pesar de ello, las asociaciones musulmanas advierten de que no se podrá llevar a cabo hasta que el Ministerio y las consejerías de Educación contraten a los docentes necesarios para impartir la materia en Secundaria. ¿Pero qué proponen exactamente para frenar el fanatismo?
Prevenir el terrorismo desde las aulas
Según se recoge en el nuevo currículo, en primero de la ESO los alumnos que elijan esta materia optativa deberán ser capaces de "utilizar contenidos de los textos del islam para prevenir situaciones de cúmulo de odio". En segundo, estudiarán la libertad religiosa como "un derecho fundamental" y la asignatura tendrá como objetivo que el alumno sea capaz de "tolerar las críticas e incluso la negación" de su propia religión. En tercero, los estudiantes deberán saber definir términos como "homofobia, antisemitismo, islamofobia, xenofobia y racismo" y tendrán que poder "reconocer y describir situaciones sexistas y estigmatizadoras".
Tatary: "Cuando se unifica el programa, se va a lo esencial del islam, a lo correcto y compartido por todo el mundo. Si no, puede haber interpretaciones inadecuadas"
Es en cuarto curso de la ESO cuando se abordará de manera más detallada el asunto del terrorismo. Los contenidos estarán enfocados a que los alumnos puedan "predecir, detectar y prevenir toda violencia, en particular la terrorista", su "criminalidad" y el "daño" que causa a las víctimas. En este sentido, la materia pretende que el estudiante identifique "la carencia de humanismo, de reconocimiento y respeto a los demás existente en el uso del lenguaje oral integrista". Se valorará también si "conoce y toma conciencia de los factores sociales que pueden ejercer influencia sobre la radicalización". Los chavales deberán estudiar cómo "reaccionar ante un acto terrorista promoviendo estrategias para lograr su prevención" y se evaluará si "toman conciencia del fenómeno planetario del terrorismo, conociendo las claves de su discurso".
La asignatura de Religión Islámica tendrá en Bachillerato una "función preventiva, en la medida que detecta y reduce el riesgo de adquirir concepciones erróneas y extralimitadas acerca del islam". En este sentido, el actual presidente de la CIE, Riay Tatary, explica a este periódico el contenido de la materia: "Se incluye este apartado para llamar la atención de unos jóvenes a los que, conscientes del entorno en el que viven, hace falta orientar e instruir adecuadamente. Cuando se unifica el programa que se da, se va directamente a lo esencial del islam y a lo correcto. Es decir, a los valores auténticos compartidos por todo el mundo. Si no, puede terminar habiendo interpretaciones inadecuadas".
Una asignatura a la espera de docentes
Sin embargo, una cosa es que la disposición esté publicada en el BOE y que el currículo lleve redactado desde 1996 y otra que sirva para algo. A pesar de que el convenio entre el Estado y la CIE para implantar la asignatura está vigente desde 1992, la realidad es que el 90% de los alumnos musulmanes no puede cursar la materia por falta de oferta, aunque haya siete comunidades autónomas con demanda suficiente. Eso no ocurre con la religión católica, pues su oferta es obligatoria para todos los centros tras la Lomce. En España únicamente están contratados 48 profesores de Religión Islámica para la etapa de Primaria, una cifra que no llega a cubrir el 5% de lo que sería necesario. Sin embargo, desde el Ministerio que actualmente dirige en funciones Íñigo Méndez de Vigo han declinado ofrecer explicaciones a este medio sobre tal situación.
En España únicamente están contratados 48 profesores de Religión Islámica para la etapa de Primaria, una cifra casi inamovible desde hace varios años
"Es un derecho de igualdad, porque hay gente que está recibiendo formación religiosa de otras confesiones, como la evangélica y la católica, y, por lo tanto, los musulmanes merecen tener este mismo derecho", añade Tatary. En Primaria hay 19 profesores en Andalucía, 13 en Ceuta, 10 en Melilla, 3 en Aragón, 2 en País Vasco y 1 en Canarias. "Estamos luchando para tener los docentes, pero es necesaria la voluntad política del gobierno de turno o del gobierno autonómico, no tanto para cumplir al 100% el convenio, pero sí al menos para empezar a hacerlo posible", enfatiza el presidente de la CIE.
El asunto no es un problema menor para la comunidad musulmana, pues el futuro de esta asignatura se mantiene en el aire debido al incierto panorama político del país. El salario de los docentes corre a cargo de las arcas públicas, al igual que el de los profesores de religión católica. Y también es la CIE la que se encarga de designarlos y de elegir los libros de texto, que incluyen contenidos de carácter dogmático. Estos aspectos, entre otras cosas, reabren el eterno debate sobre si la religión debe estar dentro de los centros educativos como asignatura optativa y evaluable o si, como proponen tanto el PSOE como Podemos, debería sacarse de manera definitiva de las escuelas o, al menos, del horario lectivo.
Art. 10. del acuerdo estado-CIE (1992)
1. A fin de dar efectividad a lo dispuesto en el artículo 27.3 de la Constitución, así como en la Ley Orgánica 8/1985, de 3 de julio, Reguladora del Derecho a la Educación, y en la Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo, se garantiza a los alumnos musulmanes, a sus padres y a los órganos escolares de gobierno que lo soliciten, el ejercicio del derecho de los primeros a recibir enseñanza religiosa islámica en los centros docentes públicos y privados concertados, siempre que, en cuanto a estos últimos, el ejercicio de aquel derecho no entre en contradicción con el carácter propio del centro, en los niveles de educación infantil, educación primaria y educación secundaria.
2. La enseñanza religiosa islámica será impartida por profesores designados por las Comunidades pertenecientes a la «Comisión Islámica de España», con la conformidad de la Federación a que pertenezcan.
3. Los contenidos de la enseñanza religiosa islámica, así como los libros de texto relativos a la misma, serán proporcionados por las Comunidades respectivas, con la conformidad de la «Comisión Islámica de España».
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