El próximo uno de diciembre entrará en vigor en Australia la ley que obliga al empaquetado genérico y sin publicidad de las cajetillas de tabaco. Así lo decidía esta semana el Tribunal Superior de Canberra al desestimar el recurso que las multinacionales del tabaco habían interpuesto ante una nueva medida que según ellas, causará pérdidas millonarias y que viola sus derechos de propiedad intelectual.
El diseño de las cajetillas será homogéneo para todas ellas: color verde oliva, tipografía idéntica y la marca en letra pequeña. Las advertencias sanitarias irán con fotografías de tumores cancerígenos y bebés enfermos, y ocuparán el 75% de la parte frontal y el 90% de la posterior.
La medida australiana, pionera en el mundo, ha sido celebrada desde diferentes ámbitos e instituciones. La fiscal general del país, Nicola Roxon, exministra de Sanidad, declaraba que "es un hito para el control del tabaco en el mundo". En el mismo sentido opinaba Mike Daube, presidente del Consejo de Tabaco y Salud, al decir que se trata de "una victoria masiva para la salud pública y la peor derrota de la industria tabacalera mundial".
Las cajetillas serán en verde oliva, con tipografía homogénea, la marca en letra pequeña y fotos de tumores cancerígenos y bebés enfermos ocupando la mayor parte
También desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) se manifestaban satisfechos con la medida. Su directora general, Margaret Chan, aseguraba que "la salud pública entra en un nuevo mundo de la lucha contra el tabaco, ya que este tipo de empaquetado es una forma muy eficaz de contrarrestar las implacables estrategias de marketing de la industria tabaquera".
La propia Chan explicaba que la medida debería generar un 'efecto dominó' por el bien de la salud pública. De hecho, confirmaba que hay varios países que han seguido de cerca el caso y que están considerando llevar a cabo actuaciones similares. Pese a que no quiso dar nombres, trascendió por otros medios que estos países serían Gran Bretaña, Canadá, Nueva Zelanda o Estados Unidos.
España no seguirá el ejemplo, de momento
Sin embargo, España no parece que vaya a caer, al menos a medio plazo, en el 'efecto dominó' que mencionaba Chan. Desde el ministerio de Sanidad explicaron a Vozpópuli que aquí no se hará nada que no ocurra en Europa, y que no hay una inclinación clara sobre el asunto. "Lo único que hay es una directiva para revisar los ingredientes del tabaco, para la cual se consultará a cada país, pero antes de cualquier iniciativa se debe estudiar que no contravenga la normativa de comercio europeo", explicaban desde prensa.
La Comisión Europea prevé revisar en otoño la actual legislación, y desde Sanidad explican que en España no se hará nada que no ocurra en la Unión Europea
Un día antes trascendía desde Bruselas que la Comisión Europea estudia vetar las marcas en las cajetillas y en su lugar, agrandar las imágenes con los daños que el tabaco provoca en la salud, algo muy parecido a lo impuesto en Australia. Así lo explicaba el portavoz comunitario Antony Gravili, quien declaraba que "la Comisión Europea prevé revisar en otoño la actual legislación, y una de las propuestas es la opción de impedir que las tabaqueras coloquen sus logotipos y los sustituyan por fotografías aún más grandes y advertencias contra el hábito de fumar".
Las multinacionales del tabaco, preocupadas
Lo cierto es que con medidas de este tipo siempre existen quienes lo celebran y quienes lo lamentan. En este caso, las tabaqueras se muestran descontentas y preocupadas por lo que pueda suponer esta medida pionera en Australia, temerosas de que cunda el ejemplo y su negocio peligre. Aferrándose al argumento de que la medida supondría un incremento notable del tráfico ilícito, explican que en Europa esta decisión sería complicada de adoptar por chocar con otros intereses comerciales, de propiedad intelectual o de libre circulación de productos y mercancías dentro de los límites de la Unión Europea.
Desde British American Tobacco, su portavoz Scott McIntyre se mostraba 'extremadamente defraudado', ya que según él "nadie gana con el empaquetado homogéneo excepto los criminales que venden cigarrillos en Australia". También Sonia Steward, de Imperial Tobacco, explicaba que "la legislación facilitará el trabajo de los contrabandistas al abaratar sus costes", y dejaba sobre la mesa que el Estado debería compensar a las compañías por privarles de su imagen de marca.
Las tabaqueras, descontentas y preocupadas, argumentan que supondrá un incremento notable del tráfico ilícito
En España, el director de Asuntos Corporativos de British American Tobacco Iberia, Juan José de Marco, declaraba que la medida adoptaba en Australia no será eficaz para reducir el consumo de tabaco y en cambio, afectaría negativamente a la economía y al empleo en caso de que fuera adoptada por la Unión Europea. "Existen numerosos obstáculos legales muy importantes para que el empaquetado genérico pudiera llegar a ser una realidad en la UE, suponiendo que los 27 estados miembros quisieran. Nosotros apoyamos cualquier regulación basada en hechos, pero a día de hoy no existe evidencia que indique que ésto sea efectivo para conseguir que la gente abandone o no se inicie en el hábito de fumar", comentaba.
En un eslabón inferior de la cadena, también los tabaqueros y estanqueros se muestran contrarios a la decisión australiana y a la posible extensión a otros países como España. El presidente de la Unión de Asociaciones de Estanqueros de España, Mario Espejo, comparaba el empaquetado genérico con la 'Ley Seca'. Espejo expresaba su preocupación y pedía a las autoridades comunitarias y españolas que "reflexionen bien antes de tomar ninguna medida que tenga consecuencias muy importantes en el sector, fundamentalmente porque supondría dar una ventaja comparativa a los tráficos ilícitos, contrabando y falsificaciones".
La OMS alerta de que si no se limita la exposición al humo del tabaco, para 2030 habrá 8 millones de muertes al año
Todavía mucho por hacer
La medida australiana tampoco ha tenido buena acogida en otros ámbitos. Países como Honduras, República Dominicana o Ucrania ya se han opuesto abiertamente en la Organización Mundial del Comercio, al considerar que vulnera los derechos de propiedad intelectual.
El ejemplo del Tribunal de Canberra es solo un paso más en la lucha contra el consumo de tabaco, "una de las amenazas para la salud más fáciles de prevenir que sin embargo causa cada año cerca de seis millones de muertes", recordaba la directora general de la OMS. La organización calcula que si los gobiernos nacionales no toman medidas para limitar la exposición al humo de tabaco, para el año 2030 esta cifra de fallecimientos podría superar los ocho millones anuales.
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