Dos meses después de que se acabara el plazo para que las empleadas de hogar se dieran de alta en la Seguridad Social, las cifras están aún muy lejos del objetivo marcado por el anterior Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero, sacar de la economía sumergida este sector. Según los datos presentados el pasado martes por el secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos, en el pasado mes de agosto 25.516 empleados domésticos se incorporaron al nuevo Sistema Especial del Régimen General. Con ellos, ya son 374.500 las personas que están dentro de este Sistema Especial, frente a las 700.000 que, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), trabajan en el sector.
El Gobierno está estudiando incentivos para que esos trabajadores, casi la mitad de los que hay en el sector, que se encuentran actualmente en la economía sumergida regularicen su situación. Una de las propuestas sometidas a examen por el Ministerio de Empleo es que las empleadas de hogar puedan tener derecho a cobrar el desempleo. Esta iniciativa ya fue barajada por el anterior Ejecutivo socialista, según explicó el por entonces ministro Valeriano Gómez cuando presentó la nueva regulación laboral para los empleados domésticos.
Uno de los incentivos que estudia el Ejecutivo es que las empleadas domésticas tengan derecho a cobrar el desempleo
Otras de las iniciativas que gustan en el ministerio es establecer algo parecido al sistema que rige en Francia. En el país vecino hay unos tickets por horas de trabajo que compran los empleadores a los que el Estado incentiva con reducciones fiscales. Sin embargo, esta idea está aparcada porque la actual situación económica no es la más favorable para su implantación.
Los técnicos del ministerio dirigido por Fátima Báñez están terminando un informe sobre la integración de las empleadas del hogar al Régimen General de la Seguridad Social, tras extinguirse el pasado 30 de junio el sistema especial que regulaba el sector hasta entonces. Tomás Burgos anunció el martes que dicho informe será analizado en las próximas semanas por la Comisión del Pacto de Toledo.
Mientras llegan las conclusiones del ministerio y los posibles incentivos, desde la Asociación de Empleadas del Hogar de Bilbao (ATH-ELE) se sigue insistiendo en que se faciliten los trámites para que las empleadas de hogar se den de alta en la Seguridad Social y que se dediquen ventanillas exclusivas para ello, al igual que se hizo con los autónomos. A la vez alertan de los despidos que están sufriendo las personas que trabajaban por horas y cuyos empleadores no han querido regularizar su situación. Esta misma preocupación la expresa Graciela Gallego, portavoz de la Asociación Servicio Doméstico Activo, que también señala “la preocupante situación” de las inmigrantes que al no darse de alta en la Seguridad Social o haber perdido su trabajo tras la reforma se han quedado sin tarjeta sanitaria.
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