Hoy ha visto la luz un nuevo informe que es demoledor: sólo la mitad de los jóvenes trabaja en un ámbito relacionado con lo que ha estudiado. Sin embargo, a pesar de lo preocupante de este dato, la mayoría de los jóvenes españoles en términos generales están satisfechos con su vida, según se extrae de un estudio sociológico denominado 'Estudio de opiniones, actitudes y expectativas vitales de la juventud española' y elaborado por la fundación Pfizer. A pesar de ello, esta investigación también revela que los jóvenes españoles piensan que cada vez se les exige más y se tienen menos en cuenta sus opiniones.
Es sorprendente que la gran mayoría de los jóvenes españoles (el 72%) declara vivir todavía en casa de sus padres, y sólo un 20% se ha independizado, a pesar de que a partir de los 27 años a todos les gustaría haberse emancipado. En este mismo contexto, un alto porcentaje de los jóvenes (el 58%) vive de los ingresos ajenos, fundamentalmente de los proporcionados por sus padres, que en un 86% de los casos son los que financian a sus hijos.
Uno de cada cuatro jóvenes de entre 15 y 17 años está insatisfecho con la educación recibida
El análisis desarrollado por Pfizer ha comprendido un total de 1.412 entrevistas realizadas a jóvenes españoles de entre 15 y 32 años. Para el 67,5% de los encuestados el paro es el principal problema del conjunto de la juventud española. Le siguen los estudios y la educación (para el 28,1%), la calidad del empleo (el 10%), los problemas económicos (9%) y la falta de expectativas de futuro (7,7%).
“Y al consultarles cuáles son las preocupaciones que les afectan más a nivel personal, en sus propias vidas, este orden varía en parte, ya que señalan como el más relevante el paro (el 47,4%), seguido de los problemas económicos (el 26,1%), los estudios (el 19,3%), la calidad de empleo (el 12,1%) y la vivienda (el 6,2%)”, afirma el doctor Juan Álvarez, patrono de la Fundación Pfizer.
Respecto a su situación económica actual, cerca de la mitad de los jóvenes, concretamente un 49%, opina que no es ni buena ni mala y, aproximadamente un tercio de ellos, el 27%, cree que es mala. “Pero, si acaso, el siguiente dato es más significativo sobre la percepción de este grupo de población: al preguntarles sobre su futuro cercano, hasta el 57% de los encuestados piensa que dentro de 2 o 3 años su situación económica no será satisfactoria”, apunta el doctor Juan Álvarez.
Estudios y acceso al mercado laboral
Casi la totalidad de los jóvenes encuestados, concretamente el 94%, cree que merece la pena el sacrificio de estudiar y formarse para obtener un trabajo. Sin embargo, el 60% opina que la educación recibida no es la adecuada para las necesidades del mercado laboral.
En este campo, según los rangos de edad se extraen resultados llamativos. Por ejemplo, uno de cada cuatro jóvenes de entre 15 y 17 años está insatisfecho con la educación recibida, y sin embargo el 86% empezará bachillerato como paso necesario para acceder a la universidad. Esta decisión viene influida fundamentalmente por las recomendaciones de padres, profesores y compañeros/amigos, muy por encima de la influencia de los medios y las redes sociales.
Según el profesor Iván Bofarull "la relación de poder entre los jóvenes y las empresas está en plena transformación"
Los jóvenes de 23 a 26 años también tienen dudas sobre sus estudios o las expectativas de trabajo. De hecho, aunque casi el 82% está bastante satisfecho con la carrera cursada, el 24% opina que a corto plazo sus estudios no le serán de utilidad a corto/medio plazo y el 56% cree que será improbable encontrar un trabajo al fin de su carrera. A pesar de ello, el 57% seguirá estudiando para ampliar la formación y tener más opciones para acceder al mercado laboral, principal prioridad de este grupo a cinco años vista.
Asimismo, la característica común encontrada en este rango de edad es que la mayoría (el 72,6%) ve más fácil encontrar trabajo en el extranjero. Por último, es destacable que el 42% de los jóvenes de entre 30 y 32 años elegiría otra carrera diferente hoy en día a la cursada y que tan solo el 49% trabaja en lo que ha estudiado.
Expectativas profesionales
Cuatro de cada diez jóvenes con trabajo teme perder su empleo en los próximos doce meses y la mitad de los que están parados no ven probable encontrarlo. En su opinión, estar bien preparado y tener buenas recomendaciones son las principales claves para lograr un trabajo en la actualidad. ¿Y cuáles son los empleos más valorados por este grupo? Aquellos que sean seguros y estables, que permitan desarrollar las propias capacidades y conciliar la vida profesional y familiar. En este sentido, el sociólogo Juan Díez Nicolás ha subrayado que "somos un país en el que nuestros jóvenes tienen aspiraciones de ser funcionarios".
Para el profesor Iván Bofarull, del Esade Business School y colaborador de la Universidad de Georgetown, la relación de poder entre los jóvenes y las empresas está en plena transformación. ”En generaciones anteriores, los jóvenes se incorporaban a una empresa 'para toda la vida' o una parte importante de su carrera profesional. Hoy contemplan la relación con una empresa como parte de un desarrollo profesional más integral, ven el conjunto como un portafolio de experiencias, que van acumulando para cumplir unos objetivos específicos. Quieren trabajar en empresas que sean recomendadas y se fían de las opiniones de otros jóvenes y no de lo que digan desde una jerarquía determinada. Son tremendamente más sociales que las anteriores generaciones”.
La crisis económica afecta de forma directa a un 61% de los jóvenes españoles y a un 63% de sus padres o familiares directos
En cuanto a la crisis económica, esta afecta de forma directa a un 61% de los jóvenes españoles y a un 63% de sus padres o familiares directos, según declaran. A nivel personal, apuntan a la dificultad para encontrar un trabajo como la principal consecuencia de la crisis. Seguidamente consideran que ha influido en una bajada salarial y, por lo tanto, en un menor poder adquisitivo.
Para el profesor Juan Díez Nicolás, sociólogo y catedrático emérito de sociología de la Universidad Complutense de Madrid, en estos momentos es evidente que la principal preocupación de los jóvenes es encontrar empleo al finalizar su formación (académica o profesional), lo cual forma parte de una preocupación general. “Las dificultades a las que tienen que hacer frente probablemente harán que adquieran las habilidades necesarias para superar los obstáculos, de manera que estarán más preparados para la vida”, afirma. En este sentido, para este sociólogo, “la primera actitud que tienen ante los retos es de frustración y sorpresa, pero luego toman conciencia de que deben aprender a enfrentarse a sus problemas y superar las barreras por sí mismos”.
Relaciones familiares y ocio
Para la mayoría de los jóvenes, los niveles de interlocución con la familia son buenos en todos los ámbitos (estudio, planes de futuro, ocio...). Como rasgos de la personalidad, consideran más importante la tolerancia y la honradez que la disposición de trabajar duro o a la competitividad. Su tiempo libre lo dedican principalmente a salir con los amigos y a hacer deporte. Respecto a cómo acceden a la información de actualidad, el primer lugar lo ocupa el mundo 'on line' (periódicos digitales y redes sociales) seguido de la televisión.
Para la periodista Irene Villa, campeona de esquí en la categoría de paralímpicos (dato que poca gente conoce), hay que felicitarse por los valores a los que dan prioridad las nuevas generaciones de jóvenes españoles. "Debemos tener como eje vital el optimismo. Tenemos que tener ganas de afrontar retos porque como dijo Nietzsche: 'Si encuentras un porqué, encontrarás casi siempre el cómo'. Hay que encontrar un camino en la sociedad y en la vida. En el caso de España, nuestros referentes sociales suelen ser los deportistas, porque damos importancia a cosas como el esfuerzo, el control, etc.", señaló. Y aún dijo más la chica que en 1991, siendo una niña (13 primaveras contaba en aquel momento), perdió sus piernas por culpa de un atentado de ETA: "Tenemos que tener como referencia en nuestra vida las tres "pes": Paciencia, Prudencia y Perseverancia".
Y terminó su intervención con esta reflexión: "Nadie dijo que la vida era fácil, pero sí que vale la pena vivirla".
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