El móvil económico va ganando fuerza como causa del asesinato de la niña Asunta Basterra a medida que avanza la investigación. Según los últimos datos, la Guardia Civil tiene constancia de que sus padres estaban sin efectivo con el que costear su "alto nivel de vida". Así, intentan confirmar si la hija adoptiva de ambos era la heredera universal del patrimonio de sus abuelos maternos, fallecidos en 2011 y 2012.
Según Europa Press, que cita fuentes del Instituto Armado, la principal hipotésis con la que trabajan los investigadores es la económica, a la espera de practicar la diligencia que ratifique que la menor era la heredera de todas las propiedades y dinero (salvo la legítima) del abogado compostelano Francisco Porto Mella y de la profesora universitaria María del Socorro Ortega Romero. Desde la Guardia Civil, intepretan que "la única salida" que sus padres vieorn para hacerse con estos fondos pasaba por la desaparición de la niña. "Tenía que aparecer el cuerpo", advierten, antes de resaltar que, de lo contrario, la herencia permanecería congelada durante años a la espera de que se confirmara el fallecimiento de esta niña de 12 años.
Esta teoría es la que mejor encaja con la rapidez con que se encontró el cadáver el pasado sábado, tan sólo tres horas después de que el periodista Alfonso Basterra y la abogada Rosario Porto acudieran a la comisaría a presentar una denuncia por la desaparición de su hija.
Recogida de pruebas
En este punto de la investigación, los agentes entienden que pudo haber precipitación en el abandono del cuerpo, ya que junto a él apareció una cuerda naranja que podría proceder de una bobina hallada durante el registro de la casa que la familia tiene en Cacheiras, a unos pocos kilómetros de la pista donde se encontró a la niña sin vida. Actualmente, se está analizando si se trata del mismo cordel.
Otra de las pruebas que podría relacionar a los padres con el crimen son unas colillas encontradas cerca del lugar donde apareció el cadáver. Los investigadores también intentarán extraer de ellas ADN o huellas con las que determinar si alguno de los sospechosos estuvo en esa zona.
Sospechas sobre el fallecimiento de los abuelos
A raíz de la hipótesis del móvil económico, los rumores sobre el fallecimiento de los abuelos maternos de Asunta han crecido en la capital gallega. Incluso una mujer que se identificó como una prima de Rosario Porto ante los numerosos periodistas congregados en la puerta de la casa de ésta puso en cuestión que sus muertes, ocurridas con siete meses de diferencia, hubiesen sido por causas naturales.
Las mismas fuentes de la Guardia Civil han descartado que este extremo pueda ser ahora investigado, dado que ambos fueron incinerados. Tampoco está descartado que la niña tuviese información sobre la muerte de alguno de sus abuelos y, por tanto, pesara sobre sus padres la advertencia de que se independizaría una vez cumplida la mayoría de edad, dejándolos sin acceso a los fondos de la herencia.
Mientras en las calles de Compostela se multiplican las hipótesis sobre la muerte de Asunta, tanto Rosario Porto como Alfonso Basterra pasaron la noche del miércoles en los calabozos del cuartel de la Guardia Civil en Lonzas, en A Coruña, y volverán a pasar la noche del jueves. Cada uno en una celda, ambos pasan las horas "con semblante serio, de preocupación" hasta que sean llamados a declarar por el juez instructor del caso, José Antonio Vázquez Taín.
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