La depresión me atosiga y se extiende mientras leo Crematorio, de Rafael Chirbes, obra que por cierto se convirtió en una serie de gran factura y escaso recorrido para lo que merecía. Leo las corruptelas urbanísticas y las tragedias familiares de ese libro ambientado en el levante español y empiezo a pensar en el exilio necesario de este país deprimente y autodestructivo. De súbito mi amiga enfurecida rompe mis cavilaciones con una de sus llamadas sobre lo que ha visto en televisión.
-Bueno, bueno, bueno, esta vez se han superado. Qué horror. Es que ese programa va a peor. Es una vergüenza. No me lo puedo creer…
-Tranquila, tranquila, ¿de qué me hablas?
-¿De qué voy a hablarte un viernes? Pues de la gala de Gran Hermano de anoche. ¿Es que no la viste? ¿Es que no sabes qué pasó? ¡Han expulsado a Lucía!
-No tengo ni idea, me fui al cine a ver Perdida, que por cierto es una peli bastante recomendable…
-¿Perdida? Perdida estoy yo en esta vida si Telecinco sigue con esta telenovela por entregas. Este año Gran Hermano va, sobre todo, de un triángulo amoroso. Paula, Omar y Lucía.
-Ya, ya, si en la crónica semanal ya me he referido a esos seres por suerte momentáneos en nuestras vidas.
-Es verdad, sí. Pues la última es que la gente ha echado a Lucía, la novia de Omar. Y ahora éste se queda dentro con Paula, con la que tuvo lío de los gordos… Pero lo peor no es esta historia en sí, que tiene tela, ni cómo la tratan en el programa, lo peor es que acabo de enterarme de que Gran Hermano consiguió un auténtico récord de audiencia. ¡Un 24%! Uno de cada cuatro televidentes eligió esa bazofia.
-Tú también lo elegiste. No entiendo por qué te quejas.
Se abre paso uno de esos silencios hirientes. Pero ella, como acostumbra, no ha llamado para hablar de Mercedes Milá y su tropa de aspirantes a tertulianos de Sálvame.
-Ya sabes que veo Gran Hermano porque en la oficina todo el mundo habla de ello… En fin, eso no ha sido lo más lamentable de la semana, querido, lo más lamentable es lo de la Hormigos.
-¿Te refieres a esa mujer que alcanzó la fama por un vídeo calentito que se intercambiaban los machos ibéricos de su pueblo por whatsapp?
-Ya sabes que me refiero a ella, sí, no te hagas el tonto. Esta semana han aparecido en 'Qué me dices' unas fotos de ella magreándose con otro pavo en la puerta de un garito.
-Oh, qué emoción, que se pare el mundo –respondo, irónico, porque no estoy para estos dramas infames.
-Oye, deja de cachondearte, que yo te llamo para ponerte fácil el artículito… En fin, te decía que tenías que haber visto a Olvido Hormigos hablando por teléfono en Sálvame, ahí, por la tarde, en horario infantil, hablando de sus relaciones…
-Nada nuevo bajo el sol, ¿no crees? Además, esto es solo el principio. Acabará en el Deluxe o en algún otro programa contando lo mal que se siente y todo eso… Y bien pagada, claro. Por cierto, ya que estás tan escandalizada, voy a alimentar tu indignación. ¿Sabes que en breve Cuatro va a estrenar, por fin, Adán y Eva? Es ese reality en el que los concursantes van en pelota picada. ¿Te acuerdas?
-Ah, sí, qué cosa más estúpida, como si verles las partes pudendas a estos tipos desconocidos tuviera algún interés… Es que vamos cada día a peor, es que no sé cómo lo pueden consentir las autoridades, es que estas cosas había que censurarlas... Estos de Mediaset son capaces de cualquier cosa para ganar audiencia. ¿Sabes que he oído que Alberto Isla, el ex de Chabelita, la hija de la Pantoja, quiere presentar las campanadas en Telecinco? ¿Te lo puedes creer? Es que no hay derecho, con lo que está contando por ahí sobre la familia…
Su enfado crece y crece. Quizás no debería haberle mentado este espacio que esperemos fracase pronto y desaparezca cuanto antes de la parrilla. Cambio de tema para calmarla.
-Por cierto, ¿sabes que Salvados vuelve este domingo? Jordi Évole se nos va a Sevilla con Oriol Junqueras, el de Esquerra. Tiene buena pinta la cosa, la verdad.
-¿Ah sí? No tenía ni idea. Creo que lo veré. Me interesa saber cómo reacciona la gente cuando vea por la calle a este personaje independentista... Un tipo que, por cierto, acaba de hacer el ridículo pidiendo votar entre lágrimas... Aunque habrá que ver el enfoque que le dan a la cosa, porque ya sabes que a mí Évole no me gusta mucho, parece un maestro del periodismo y para mí que todo lo que hace está muy marcado por su ideología…
-Tranquila, mujer, que no es para tanto. A mí sí me gusta su programa, al menos el tío siempre incomoda a los poderosos y saca a la luz sus mentiras y corrupciones. Por cierto, estoy leyendo un libro que va sobre la corrupción en levante que es la leche…
-Perdona, Alberto, que me llama mi padre por el fijo. Ya hablaremos, ¿vale?
-Vale, vale, cuídate mucho, ya me contarás qué tal Junqueras en Sevilla.
-Oye, solo una cosa más, ¿y ese programa de los desnudos, el de Cuatro, cuándo lo estrenan?
Pi...pi...pi...
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