Hace unos años tener un abono en Las Ventas era un sueño y un negocio. Ahora, es fácil ver huecos en la Feria de San Isidro porque la crisis también ha castigado a los toros. Más de 3.500 abonados de Las Ventas no han renovado esta temporada la feria más importante del mundo por problemas económicos.
La empresa Taurodelta matiza que no ha habido apenas merma de abonos, ya que frente a las bajas también se han producido nuevas altas, lo que hace que 14.340 personas tengan su entrada permanente para la feria más importante del año, que es un 81% de lo que permite el pliego de la concesión. Sin embargo, tienen 628 menos que en 2013.
La crisis se ha llevado desde el San Isidro del 2011 unos 3.300 abonos, pues para aquellas fechas había 17.684 abonados (el máximo permitido) que tenían su localidad para Las Ventas, mientras este año hay 14.340.
La realidad es que la feria se hace muy larga. Especialistas en el sector señalan que sólo hay cuatro jornadas que tienen interés para el aficionado (22, 23, 29 de mayo y 4 de junio) y una última semana interesante para los que valoran las ganaderías.
Un evento social en declive
Además de la ausencia de la estrella José Tomás, también se echa de menos la presencia de toreros de Madrid. La Escuela Taurina de la región ha dado ya 139 toreros y, mientras en muchas comunidades autónomas se apoya a los diestros de sus regiones, señalan que Madrid no lo hace con la fuerza necesaria.
José Luis García, diputado socialista, que se ocupa de controlar desde el Parlamento regional Las Ventas, se queja de lo poco claro que ha quedado el incidente de la caída de la cubierta que se estaba instalando para aumentar la temporada. También se queja de que se bajó el canon un 50% pasando de los 5,2 millones anuales a los 2,3 millones actuales, sin que haya habido contraprestaciones.
El gerente de la plaza, Carlos Abella, reconocía recientemente en la Asamblea de Madrid que tener un abono en Las Ventas había sido un negocio para muchos, que había dejado de funcionar. Alrededor de los abonos se había tejido una red de intereses y había muy pocas personas que tenían muchos abonos "y los han ido soltando en función de que cada vez era menos interesante".
La realidad es que la gente joven cada vez acude en menor número a los toros, cuando no se muestran contrarios a la llamada "fiesta nacional". Una prueba la dio el propio gerente de la plaza de Madrid, que dijo que no se cubre el cupo de 800 abonos para jóvenes que la Comunidad asignó en el último pleno del concurso.
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