En un momento en el que España confía en sus exportaciones y su imagen en el exterior para sortear la crisis, el idioma español destaca como uno de los principales activos del país, dado su enorme potencial y el interés que despierta en todo el mundo.
La Universidad de Salamanca (USAL) prepara una franquicia para abrir escuelas de español bajo su sello de calidad. Se trata de una iniciativa pionera, ya que no existe ninguna otra franquicia dedicada a la enseñanza del idioma de Cervantes en el mundo.
El objetivo es que las escuelas empleen material de enseñanza propio de la Facultad de Filología de la USAL, respeten ciertos criterios en cuanto a la elección del profesorado, el uso de la marca y la dotación de medios y reciban inspecciones periódicas.
A falta de que el Consejo Social dé el visto bueno al proyecto, la universidad ya ha contactado con empresarios interesados en la apertura de escuelas. “Durante el estudio de mercado que realizamos, descubrimos en Brasil, China y Países Árabes los mercados con mayor potencial para abrir nuestras escuelas”, explica Pastora Vega, Vicerrectora de Innovación.
De hecho, el rector de la universidad salmantina, Daniel Hernández Ruipérez, confía en poder cerrar los primeros contratos a finales de este año para comenzar a abrir en 2014.
Más allá de la vocación de generar dinero, que el propio rector admite, el proyecto nace con el deseo de impulsar la imagen de la Universidad y de generar empleo. "Queremos que los posgraduados que se forman con nosotros para ser profesores de español cuenten con más oportunidades", explica Vega.
Con sus cerca de 500 millones de parlantes, el español es tras el chino la segunda lengua del mundo por número de usuarios y la tercera más empleada en internet. De seguir el ritmo de crecimiento actual, el diez por ciento de la población mundial hablará en español dentro de tres o cuatro generaciones.
Abrir una escuela costará 85.000 euros
Para la creación de la central franquiciadora se ha contado con la consultora Barbadillo, "una de las más importantes de España en este campo", según Ruipérez. La Sociedad Mercantil ELE/USAL S.L. estará participada en un 75% por la Universidad de Salamanca -con una aportación no dineraria de 565.000 euros- y en un 25% por la empresa Cursos Internacionales -que destinará 188.000 euros-.
Entre las condiciones que se exigirán a los franquiciados, además del contrato de cinco años, será tener un director de estudios formado en la propia universidad. El canon de apertura será de 20.000 euros y se fija un 8% de royalties. Según las estimaciones de la USAL, el coste tota de abrir una escuela será 85.000 euros.
“Hemos diseñado un plan de negocio extraordinariamente conservador”, asegura el rector. En el segundo año se alcanzaría el punto de equilibrio, comenzando a generar beneficios en el tercer año. “Eso si sólo se creasen cuatro escuelas al año”, concluye.
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