La Audiencia de Barcelona ha condenado a 16 años y medio de cárcel a un hombre por el homicidio de un estudiante americano al que había llevado a su casa y sedado, y por filmar sus abusos sexuales a otro al que también había drogado, pese a ser consciente de que era portador de VIH.
La sentencia, recogida por Europa Press, ha llegado tras un pacto de conformidad entre la defensa de Óscar Vicente C. y la Fiscalía --que en su calificación previa pedía 47 años de cárcel por estos hechos--- que hace dos semanas evitó la celebración del juicio.
En la madrugada del 7 de enero de 2012, el acusado se acercó a un estudiante estadounidense en las inmediaciones de la estación de Metro de la Barceloneta y se aprovechó de que estaba ebrio para que aceptase la invitación de ir a su casa en Esplugues de Llobregat (Barcelona).
Allí, le ofreció una copa de whisky en la que sin su consentimiento había disuelto un sedante, con lo que el estudiante, por la mezcla del alcohol y el medicamento, perdió el conocimiento.
Pese al estado del joven, con dificultades respiratorias, Óscar Vicente C. no llamó a los servicios de urgencias hasta las 13.40 horas del día siguiente y cuando llegaron los sanitarios constataron que ya estaba muerto.
Fue en el registro de su casa en Esplugues y de una habitación que alquilaba en la calle Provença de Barcelona donde se encontraron más de 2.000 fotos de unos 50 hombres distintos desnudos e inconscientes, y 38 vídeos en los que el acusado tenía "relaciones sexuales completas con hombres en estado de inconsciencia", sabiendo que era portador de VIH.
'Modus operandi'
Entre estas imágenes se identificó a otra víctima que, con anterioridad, había sido víctima de hechos semejantes: se aprovechó de que había bebido para llevarlo a casa, drogarlo, fotografiarlo y filmarlo, "siendo objetivo de prácticas sexuales consistentes principalmente en penetraciones anales".
En las fotografías también fue identificado el estudiante americano y otra víctima, en paradero desconocido; ambos estaban "inconscientes y desnudos".
En concreto, la Audiencia le condena a diez años de cárcel por homicidio; cuatro por abusos sexuales; un año por el delito contra la intimidad y otro año y seis meses por uno de lesiones.
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