El pabellón polideportivo de Monterrubio de la Serena (Badajoz), donde se está oficiando el funeral por los cinco chicos fallecidos en el accidente ocurrido el pasado jueves por la noche, se encuentra totalmente lleno con unas mil personas, mientras que otras tantas siguen la misa desde fuera.
El arzobispo de Mérida-Badajoz, Santiago García Aracil, está oficiando el funeral, al que asisten, entre otros, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz; el presidente de Extremadura, José Antonio Monago; el presidente del Parlamento regional, Fernando Manzano, y el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, así como representantes políticos y de todas las instituciones.
Tras la misa, cuatro de los chicos serán enterrados en Monterrubio de la Serena y un quinto en La Nava, una pedanía de Benquerencia de la Serena (Badajoz). Momentos antes de comenzar el funeral, el alcalde de la localidad, Antonio Blázquez, ha afirmado que los vecinos están "destrozados" y ha advertido de que "ahora empieza lo peor".
En el funeral hay numerosas coronas de flores, algunas de ellas enviadas por los Reyes y por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, entre otros.
Desde que ayer, sobre todo cuando hacia las 16.00 horas llegaron los cuerpos a la capilla ardiente instalada en el pabellón polideportivo municipal, han sido miles las personas que han visitado el lugar para acompañar y tratar de consolar a los familiares y amigos de los niños, miembros del equipo de fútbol sala CD Monterrubio, que venía de jugar un partido en la cercana localidad de Castuera.
Ayer fue constante el peregrinar de personas hacia el polideportivo y el duelo se notó en las calles de este municipio de unos 2.000 habitantes, pues sus calles estaban desiertas y los bares, restaurantes, comercios y oficinas bancarias, entre otros establecimientos, estaban cerrados.
Otras señales de duelos fueron el ondear a media asta de las banderas, la colocación de banderas nacionales y camisetas del CD Monterrubio en los balcones con crespones negros y la declaración por el Pleno del Ayuntamiento de tres días de luto oficial y la suspensión de las fiestas patronales, las de San Isidro.
En la noche del jueves el autobús volcó en una cuneta cuando su chófer trató de esquivar a una excavadora que se incorporó a la vía que une ambas localidades y cuyo conductor está ya en prisión tras haber dado positivo en los análisis de consumo de drogas.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación