La mujer más alta del mundo, Yao Defen (2,33 metros), murió el pasado noviembre a los cuarenta años de edad debido al tumor en la glándula pituitaria que provocó su anormal altura, según informó hoy la prensa local.
Nacida en 1972 y natural de la provincia de Anhui (este del país), Yao creció desmesuradamente durante la adolescencia debido a que el tumor causaba la secreción de demasiadas hormonas de crecimiento, hasta el punto de que a los 13 años ya medía 1,85 metros.
Tras una compleja intervención quirúrgica, en 2006 los médicos consiguieron extirparle el nódulo en cuestión, lo que frenó su enfermedad, pero un año después reapareció y su familia no pudo hacerse cargo de otra operación del mismo tipo por su elevado coste.
Yao, que pesaba unos 200 kilos y calzaba la talla 57, sufría hipertensión, varias enfermedades del corazón, desnutrición y osteoporosis debido a su gigantismo. Yao Defen no fue considerada la mujer más alta del mundo hasta el año 2011, cuando el libro Guinness de los récords lo certificó.
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