Un total de 6.658 nuevas empresas solicitaron concurso de acreedores durante el pasado ejercicio, lejos del máximo histórico de 10.000 quiebras empresariales registradas tan solo un año antes. La construcción, además del resto de sectores ligados a ella, reducen entre un 35%-50% la destrucción de empresas. Antes de la crisis, el volumen de empresas que entraban en concurso no alcanzaba el millar anualmente.