Mucho antes del fallecimiento de Isidoro Álvarez, la compañía llevaba tiempo sumida en un rumbo incierto, con la rentabilidad en mínimos y necesitada de adaptarse a los nuevos patrones de consumo. Sus nuevos gestores tienen ante sí la eterna asignatura pendiente de la internacionalización, que el grupo fue incapaz de llevar a buen puerto en los años de bonanza.

Uno de los aspectos más destacados de los resultados de El Corte Inglés ha sido su aportación a la economía española durante los años de la crisis. En el último lustro, la cadena de grandes almacenes ha contribuido con algo más de 93.000 millones de euros, una cifra que se aproxima a la cota máxima del rescate financiero solicitado por el Gobierno a la Unión Europea.