Alfredo Pérez Rubalcaba quiere imponer en su partido “una exquisita prudencia” en cualquier reacción que afecte a la Corona. Así se lo ha transmitido a los miembros de la ejecutiva federal después de la imputación de la infanta Cristina, a pesar de que buena parte de sus dirigentes opinan que el PSOE debería abanderar el debate sobre la abdicación de don Juan Carlos ante el descrédito acumulado por la Casa Real.

La Casa del Rey ha estado trabajando en las últimas semanas con la idea de una inminente abdicación de Juan Carlos I, aquejado de graves problemas físicos y colateralmente judiciales, en un anuncio que en principio se había previsto hacer público en plena Semana Santa, es decir, a finales de marzo de este año. La iniciativa se frustró con la petición del primer secretario del PSC.