Un equipo de científicos cuantifica por primera vez el impacto de los ahogamientos masivos de ñus en su migración anual a través del río Mara. La biomasa de los cadáveres sería el equivalente a la de añadir los cuerpos de diez ballenas azules al ecosistema cada año.

Un equipo internacional de investigadores ha distribuido miles de gusanos señuelo en diferentes ecosistemas a lo largo de una línea imaginaria de más de 11.000 km entre el Ártico y Australia para comprobar de qué manera les atacan los depredadores. Los resultados revelan un patrono coincidente al cambiar de latitud y al aumentar la altitud.