Esta semana conocíamos la bisexualidad de Paco León, que tuvo novio antes de estar con su mujer y madre de su hijo, y también Ricky Martin declaraba que aunque es gay, no se cierra a tener relaciones sexuales con mujeres. Pero no son los únicos famosos que han hablado abiertamente de la bisexualidad, anteriormente ya lo hicieron otros como el recién fallecido David Bowie, Lady Gaga, Marlon Brando, Marilyn Monroe, Angelina Jolie, Amy Winehoue, Megan Fox o Drew Barrymore entre muchos otros.

Existen venerables músicos que aprovechan el crepúsculo de su carrera para hacer caja sin complicaciones, tocar frente a auditorios entregados de antemano o reverdecer laureles con sus coetáneos recordando épocas pasadas. También los hay que, asumiendo que son pedestal venerado por jóvenes de su misma cuerda, se dedican a rodearse de grupos más o menos noveles que tienen sus canciones como fundacionales… y luego está Paul McCartney. 

El cuento tradicional europeo ha sido utilizado en muchas ocasiones como metáfora o descripción de uniones inesperadas, difíciles de encajar, sorprendentes o simplemente inimaginables hace tiempo. Pero en más de una ocasión surgiría la pregunta para el reparto de papeles: hablando de Tony Bennett y Lady Gaga, ¿tenemos todos claro quién es la Bestia y quién la Bella?

La casa Versace no levanta cabeza desde que Gianni fue asesinado a las puertas de su mansión de Miami en 1997. El imperio, que dejó en herencia a sus hermanos (30%), a su hermana Donatella (20%) y a su entonces preadolescente sobrina Allegra (50%) necesita con urgencia un empuje mediático para salir a flote. ¿Quién lo tiene para hacerlo a lo grande y ya? Lady Gaga.

La gira asiática de la cantante está siendo un éxito, pero su polémico show ha levantado una polvareda de críticas entre los sectores más fundamentalistas de Indonesia y obligado a suspender su único concierto. "Va a destruir la moral de la nación", afirman desde el Frente de Defensores del Islam (FPI).