La reserva federal va detrás de los acontecimientos del mercado y, si algo demostró la anterior espiral inflacionaria, es que hay que ser más duro de lo esperado por los inversores

Tras casi una década de expolio a los ahorradores y de barra libre para el despilfarro socialdemócrata, la realidad ha forzando al BCE a cambiar su política ruinosa propia de aprendices de brujo y amigos de lo ajeno