Asistimos a un Gobierno literalmente roto, en el que no es difícil vaticinar que los abiertos insultos por parte de Unidas Podemos al sector PSOE se incrementarán de forma creciente

A Pedro Sánchez no le salen las cuentas: pensaba empezar 2023 centrado en hacer campaña, con Cataluña resuelta y en paz con Podemos y ve cómo los independentistas le piden más y le boicotean la cumbre con Macron y continúa el goteo insoportable de abusadores entre las risas de Pam, de la cuchipandi de Irene Montero

Se han acelerado todos los procedimientos para sumar de una tacada la despenalización de la sedición, la rebaja de la malversación, o su anulación en caso de que no hubiera generado lucro personal

El siguiente capítulo de esta locura será "vestir" el referéndum secesionista con las mismas palabras sonrientes, hechas todas de algodón de azúcar verbal, con que han vestido la vergüenza que ha supuesto lo de la sedición